The East , Zal
Batmanglij, podría ser el piloto de una serie de espías variante infiltrados.
Pero no dejaría de ser una mas de las muchas que ha habido y hay, si solo se
quedara en eso. Si The East es un
buen hilo para tirar no es por su protagonista, Britt Mailing, la esforzada
espía, ni mucho menos por el colectivo eco terrorista llamado The East, un
grupo de boys scouts creciditos que aun juegan a la botella y los besos entre
atentado y atentado a los malvados que destruyen el planeta. No, si este film, entretenido y con una pequeña
carga de denuncia, es interesante es por la empresa que dirige la fría e
implacable Sharon es decir Patricia Clarkson. Una agencia privada de seguridad
dispuesta a hacer lo que sea para proteger a sus clientes, sin importarles
demasiado la legalidad o ilegalidad del asunto.
Hay una secuencia que me puso los pelos de punta. Sarah, la
agente infiltrada en The East, ha descubierto cual será su próximo objetivo y
corre a decírselo a su amada jefa, Sharon. Pero Sharon le responde con total
tranquilidad. “¿Y?” “¿Cómo que Y?” pregunta Sarah asombrada. La respuesta es
mas o menos “No son clientes nuestros”. Es brutal, de repente te das cuenta de
que ya pueden el FBI, la CIA, la NSA, la KGB o lo que tengan los chinos, espiar
y dejarse espiar. Los que de verdad tienen la capacidad de control son estas
superagencias privadas que no rinden cuentas a nadie. El Dr. No puesto al
día. ¿Para cuando una serie sobre una de
estas agencias? No sobre sus espías en el terreno, sobre su funcionamiento interno, su financiación, sus contactos... Aaron Sorkin, ¿te atreves?
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