(dos de los tres Lockes del artículo)
John Locke, filósofo inglés del siglo XVII, sostenía que el
hombre nace puro, sin ideas preconcebidas y que la conciencia se va formando
poco a poco a medida que la vida, la realidad, la va configurando. John Locke,
personaje de ficción de la
serie Perdidos , una
de las piezas fundamentales del puzzle existencial de la isla, creía que tenía
una misión en la vida.
Ivan Locke , (otra forma de llamarse John), protagonista único
y exclusivo de la que es, por ahora, una de las mejores películas del año. LOCKE, dirigida
por Steven Knight. No sabía nada de ella cuando entré a verla en un pase de
prensa. Ni me había fijado en el director, ni sabía que era inglesa. Me senté
dispuesta a ver lo que me echaran (como hago casi siempre).
Pero resulta que lo que me echaron era algo extraordinario.
Diferente. Era Cine, era Vida, era Rostro, era Viaje, era determinismo contra
incertidumbre, era una isla donde un oso polar podía aparecer en cualquier
momento. Y todo sin salir nunca del espacio cerrado de un coche; en tiempo
real, 85 minutos; conduciendo de noche por una autopista en la que los coches
cumplen el papel de extra sin frase, pero si con luz. Siguiendo el pensamiento
y la voz de este hombre acatarrado, que
tose y estornuda mientras habla por teléfono sin parar: con su mujer, con sus
hijos, con el encargado de la obra en la que trabaja, con la policía, con… Ivan
Locke, ingeniero, constructor, orgulloso de su trabajo, sabe que para que un
edificio sea realmente sólido hay que tener mucho cuidado en el momento mas
delicado, el del sentar bien las bases. Una operación que requiere toda su
atención. Pero por eso precisamente, porque hay que sentar bien las bases, toma
la decisión de hacer ese viaje entre Birmingham y Londres justo esa noche. Por eso, para poder decir al final, “creo que
he hecho lo que tenía que hacer, no se si me amarán o me odiarán, pero tenía
que hacerlo.”
Al salir de ver la película, me di cuenta de dos cosas. Una,
que acababa de ver un melodrama de un solo acto. Otra, que estaba contada de
una manera muy especial. Y no solo porque toda la acción pase en un espacio
único. No. Lo que le daba consistencia y solidez a la película, al cine, era el
uso del digital. En otras ocasiones he escrito o afirmado que el digital no
puede contar todas las historias. Su propia naturaleza tan fría y seca hace
difícil que pueda emocionar. Me retracto, o mejor, me alegro de que Knight me
contradiga con este film hecho de luces y sonidos que nunca se habrían podido
filmar en celuloide y que consigue emocionar hasta la lagrima.
Sentir esto
me llevó a buscar más información sobre el rodaje y me encontré con una
auténtica lección de cómo usar las nuevas tecnologías para contar la historia
mas vieja del mundo: la del hombre enfrentado a sus responsabilidades con la
vida. Knight explicaba en una entrevista en Sundance que la
película se rodó como una obra de teatro, de principio a fin cada noche,
durante 16 noches. Tenían tres cámaras Red que podían rodar sin parar durante
28 minutos. Tom Hardy, el rostro que llena este espacio, esta historia, tenía
una pequeña gripe y no paraba de estornudar. No importó, lo incorporaron a su
personaje. En el primer plano, el actor Tom Hardy se sube a un coche, en el
último el personaje Ivan Locke, se detiene para sentirse redimido. Entre los
dos, una vida entera en 85 minutos. Perfecta.
(Por favor, vean esta película en versión original. Es un
crimen verla doblada, por muy bien que lo hagan. Las voces del teléfono son
fundamentales y la voz de Tom Hardy y sus matices, imposible de doblar).
2
Se ha estrenado también un curioso film francés. Se titula En un patio de París, es de Pierre
Salvadori. No debería pasar desapercibido. Para definirlo muy rápidamente y con
referencias diversas, es un cruce del tebeo 13
Rue del Percebe, Budú salvado de las aguas de Renoir y Repulsión de Polanski. Saquen sus conclusiones. Ah! Catherine
Deneuve está estupenda. ¡Qué bien envejece esta mujer!
No hay comentarios:
Publicar un comentario