Esta
semana es más bien escasa en películas. Solo hay una que me parece necesario
recomendar. Nahid, de la directora
iraní Ida Panahandeh. Nahid forma
parte de lo que se puede llamar el nuevo cine de Irán, una corriente que viene
a renovar desde el realismo las aportaciones de Kiarostami, Makhmalbaf y
Panahi. Un cine donde las mujeres, dentro y fuera de las historias, tienen una
gran importancia. Hay muchas directoras de cine en Irán, mas de las que el tremendo peso de la religión podría
desear. Son mujeres que piensan, actúan
y deciden a pesar de la represión y el oscurantismo del fundamentalismo
islámico. Son mujeres persas más que árabes. Nahid, la protagonista de esta
historia, lucha por conservar la custodia de su hijo frente a un ex marido
drogadicto e inútil, sin por ello tener que renunciar a vivir un nuevo amor y
tener una nueva vida. No será fácil. Nahid
podría ser la tercera parte de una trilogía
integrada por A propósito de Ely
y Nader y Simir, una separación. Tres
películas actuales que nos dejan ver una sociedad oprimida por las reglas de
una religión mal entendida que, sin embargo, tiene la suficiente vitalidad para
seguir viva bajo la manta de grisura y moralidad represiva.
***
No es una película, pero si es de cine, la polvareda que ha
levantado la protesta de los guionistas por no dejarlos aparecer en la alfombra
roja de los Goya. La queja ha tenido repercusión porque los guionistas, aun
estando muy mal considerados, no dejan de ser “conocidos”. Pero la habrían
podido protagonizar igual los montadores, sonidistas, directores artísticos,
directores de fotografía, etc… que nunca han contado en esa alfombra glamurosa
donde solo caben las caras. No deja
de ser un síntoma de uno de los grandes problemas eternos del cine, no solo el
español. Parece que una película solo la hacen los actores y si se quiere un
poquito el director. ¿Perdón?, el cine es un trabajo de equipo donde TODOS
cuentan y en ese TODOS, el guionista es fundamental porque es su trabajo el que
permitirá a TODOS los demás construir el suyo. La arrogancia del llamado cine
de autor, donde los directores se empeñan en ser también guionistas porque así
se creen que son más autores, es una de las causas de esta situación. En las
escuelas de cine se debería insistir mucho en que no es necesario escribir el
guión para ser un autor. Y que es mucho más inteligente trabajar con un
profesional de la escritura que sabe muy bien lo que es un guión. Hitchcock
nunca escribió un guión, ni Ford, ni Hawks, ni Spielberg. Los directores
americanos más interesantes de los últimos años trabajan siempre con un
guionista al lado porque saben que necesitan a un profesional que le dé cuerpo
y vida a sus historias. Ya va siendo hora de que se les reconozca. Aunque no
pisen la alfombra roja, que tampoco es nada tan excitante.
***
Lo
que sí es excitante es ser conscientes de la importancia de una noticia de la
que se ha hablado mucho estos días, pero a la que no estoy segura se le ha dado
todo el valor que merece: el descubrimiento de las ondas gravitacionales
pronosticadas por Einstein hace cien años y que abren una puerta para
adentrarse en los misterios del universo. Mucha gente piensa que dedicar dinero
y tiempo a este tipo de investigaciones es un despilfarro cuando hay tantas
cosas en nuestro planeta que funcionan mal y que son auténticas injusticias. Yo
no. Yo creo que todo lo que sirva para ampliar la capacidad humana de entender
el universo, todo lo que nos conduzca a la posibilidad de explorar otros mundos
y descubrir otras realidades, es importantísimo para la humanidad. Entre otras
cosas, porque estos avances, estas aventuras aparentemente abstractas, acaban
por tener resultados muy positivos en la vida de todos. Si no hubiera
astrónomos, matemáticos, químicos, físicos…, buscando y abriendo caminos, aun
estaríamos en las cavernas. Por eso
quiero recordar una película que sigue siendo única y magnífica: 2001, una odisea del espacio donde, como
en tantas otras cosas, la imagen del espacio/tiempo que cierra el film en el
viaje más allá del infinito, se parece y mucho a las que nos están mostrando
ahora de estas ondas gravitatorias, auténticas olas de futuro que llegan a
nuestra playa para invitarnos a lanzarnos al espacio.
* * *
Esta
es una anotación solo para la gente de Barcelona o que vive cerca.
El domingo
14 a las 18.30 en el CCCB se proyecta la película Cábala caníbal, de Daniel
Villamediana. Es una experiencia mas que una película, por eso se pasa dentro
del Xcéntric que el CCCB dedica a productos difíciles de clasificar. Hace tiempo,
poco antes de presentar la película en el Festival de Sevilla, Daniel me mandó
un link para verla. Entonces le contesté esto:
"…La verdad es que es un producto (no sé si es una película o habría que
llamarla de otra manera) muy interesante. Y muy hermoso. Fascinante en las
relaciones que se establecen entre las imágenes y con el texto que tú vas
contando. Quizás es un poco disperso pero como tú mismo dices, en realidad es
un laberinto que te lleva de un camino a otro casi sin darte cuenta. Hay cosas
que he reconocido, por ejemplo el personaje de Moses de León. La cábala, la alquimia, son temas que me han
interesado mucho desde hace muchísimos años y que he utilizado en mis novelas. Por
eso me gusta tu film, porque hace uso de ese saber de una manera personal y
propia. Me permito mandarte también una foto que he hecho esta mañana en mi
ordenador. Es una especie de adenda a las imágenes que tú enseñas. Una ventana
sobre otra ventana, una imagen que se abre a otra imagen.
No sé como la recibirán en Sevilla. Tampoco sé si un cine es el lugar ideal
para verla. Pero seguro que en una pantalla grande tendrá una presencia
impresionante.
Ojala les guste mucho.”
Daniel me contestó:
“Muchas gracias por tus palabras y por la foto ! Me alegra
saber que tenemos intereses en común, aparte del cine. Si, la peli quizá donde
mejor funcione sea justamente vista en un ordenador. Siempre lo he pensado. Es
un film difícil, el más experimental que he hecho y el más personal, …”
Hoy tienen la posibilidad de verla en un cine. Si pueden, no se
la pierdan.
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