(¿será un poeta
el conductor de este autobús barcelonés?)
Paterson
Jim
Jarmusch no ha dejado de hacer cine nunca. Cortos, documentales, ficciones.
Hace un par de semanas se estrenó su documental sobre Iggy Pop Gimme Danger. Y ahora nos llega este Paterson magnífico que nos devuelve al
mejor Jarmusch, el de Extraños en el
paraíso, el de Dead Man. Treinta
años después de la primera y veinte mas tarde de la segunda, Jarmusch vuelve a
contar una historia de tiempo muerto. Y de creación. De tiempo de creación.
Paterson es una ciudad, Paterson es un hombre, Paterson es una forma de vivir.
El Paterson hombre vive en la Paterson ciudad y ejerce de Paterson forma de
vida. ¿Qué es esta forma de vida? Vivir y hacer. Simplemente. Como los extraños
en el paraíso o el hombre muerto que viajaba por el rio. Paterson, el personaje,
es un conductor de autobús con una rutina perfectamente establecida. Cada día
hace lo mismo. O no. Porque cada día Paterson escribe en un cuaderno poemas inesperados
y cada día Paterson escucha
conversaciones distintas en ese autobús que conduce por la ciudad y cada día
Paterson se sorprende al llegar a su casa y descubrir el nuevo invento de su
hiperactiva esposa. Cada día es igual pero cada día es distinto. Y cuando llega
el sábado, la rutina cambia radicalmente y la vida da un giro. Pero Paterson
está preparado para ese giro. Porque él hace (escribe) por el gusto de hacerlo,
para sí mismo, no por la gloria o el dinero. Por eso sigue adelante. Mientras
que su mujer inventa para triunfar y para ganar dinero y nunca lo consigue, él
lo hace para sentirse bien. Un cuaderno, un lápiz, unos versos y la
conversación escuchada. No hace falta más. Y si para tenerlo tiene que pasear a
un odioso perro, lo pasea. No importa.
La verdad es que me he sentido muy reconfortada con este Paterson. Yo
escribo en este blog porque me apetece, porque quiero contar lo que pienso de
las películas y de la vida. Me gusta saber que me leen, cada vez que encuentro
a alguien que me comenta que los domingos lee mi blog siento una extraña
felicidad. Pero, como Paterson, no lo hago para la posteridad o para ganar
dinero, lo hago porque me ayuda a vivir. Paterson conduce un autobús como
trabajo y lo hace bien y obtiene de ese trabajo una fuente de inspiración. Yo
escribo de cine, hablo de cine, vivo del cine y quiero creer que lo hago lo
mejor que sé sacando de ese cine inspiración para seguir adelante. Me encanta
Paterson.
(esta no es
Bárbara Lennie, es Ruth, pero podría ser María)
María (y los
demás)
También
me encanta María. María también escribe. María también vive una rutina que es
cada día distinta. Sobre todo desde el momento que su padre decide cambiar de
rutina. María es Bárbara Lennie en estado de gracia. Hay en esta película de
Nely Reguera una extraña felicidad. Y eso que María está siempre enfadada. Pero
es un enfado feliz, de crecimiento, de asumir que los cambios son buenos aunque
no lo parezca. María vive en A Coruña, y la ciudad, el paisaje, el mar, forman
parte de su vida. María vive entre las letras, trabaja en una editorial y sabe
muy bien lo difícil que es escribir. Tiene una novela a punto de acabar, solo
le falta el final. Y ese final es lo que encontrará cuando su rutina de un
salto. Cómico, inesperado, doloroso. Todo junto. Porque la vida no es en blanco
o negro; la vida está en el blanco de un vestido de novia y el negro de una noche
solitaria, pero en medio hay colores, muchos colores. Y comidas, y cigarrillos
y…
María
y Paterson hacen una buena pareja. ¡Un gran programa doble!
3
Pequeños apuntes sin importancia de películas estrenadas o por estrenar
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Pequeños apuntes sin importancia de películas estrenadas o por estrenar
1898, Los
últimos de Filipinas.
Cine bélico, cine de aventuras, cine antiguo pero absolutamente contemporáneo.
Una rara avis en el cine español. La patria no siempre es lo que parece. Y los
actores tampoco. Espectacular y recomendable. Sin prejuicios por favor.
Animales
nocturnos,
Tom Ford empieza la película con una imagen del horror y la distorsión, un
fraude. Y sigue con otro fraude, el de la mujer que ha desperdiciado su vida.
Frío, seco, moderno, inútil. Una venganza trazada con palabras.
El editor de
libros.
¿Quién es el auténtico autor de un libro? ¿Qué papel juega un buen editor? A
estas preguntas contesta este film que deja la duda de si Tom Wolfe realmente
merecía ser Tom Wolfe. La verdad es que Max Perkins a lo mejor podía habérselo ahorrado.
El faro de las
orcas.
Documental, biopic, historia de amor, naturaleza y silencio. El del niño
autista, el de las orcas que cantan solo para ellas. Y una mujer y un hombre
dibujados en el paisaje de una Patagonia inesperada.
Hasta el último
hombre. La guerra es sucia, sangrienta, dura. Pero en
ella hay héroes que la redimen y directores (Mel Gibson) que la convierten en
historia sagrada. Fuller en las imágenes, pero no en el mensaje. Prefiero a
Fuller.
El tesoro. Si esta
película fuera americana acabaría mal; si fuera inglesa, sería más cínica; si
fuera española sería berlanguiana. Por suerte es una película rumana y eso
implica que sea inesperada en su planteamiento y en su resolución: acaba bien,
es tierna y el humor es muy sutil.
Qué bien que vuelva el gran Jarmusch, el de "Extraños en el paraíso", como dices, el de "Flores rotas" y, sobre todo en mi caso, el de "Ghost Dog" ("Dead Man" yo la coloco muy por debajo, la veo algo infatuada consigo misma).
ResponderEliminarUn saludo
El cine en que vivimos
M'ha encantat el concepte d'enfado feliz. Molt bones totes dues pelis (i els teus comentaris).
ResponderEliminarSalutacions
Me gustó mucho María y, como dices, ese continuo enfado feliz que convierte la película en una deliciosa historia sobre la vida y el crecimiento. Pero la que, de verdad me gustó fue Noctural Animals. Hacía mucho tiempo que no veía una película tan absorbente. A pesar de no ser perfecta, es de lo mejor que he visto en mucho tiempo. Ganas de ver la de Jarmusch.
ResponderEliminarUn abrazo