sábado, 22 de julio de 2017

HISTORIA

Esta semana la protagonista de los estrenos es sin duda LA HISTORIA. Así, con muchas mayúsculas. Tres películas (más una de la semana pasada), tratan el tema de la historia en grande y en pequeño. Hay dos excelentes, por distintas razones, y otra que podía estar mejor, pero es sin duda interesante. Las tres (+la anterior) valen la pena verlas y sobre todo pensarlas.


(propaganda nazi sobre Dunkerke en mayo del 1947)

Cronológicamente tengo que empezar por Dunkerque, de Christopher Nolan. Antes que nada me llama la atención dos cosas. La primera, porqué los grandes directores norteamericanos en uno u otro momento de su carrera se sienten empujados a hacer una película sobre la guerra, cualquier guerra, pero especialmente la Segunda Guerra Mundial. La segunda es comprobar como los grandes temas nunca se agotan por mucho que se vuelva una y otra vez a ellos. Simplemente cambian de punto de vista con la perspectiva histórica. Pero, si la película es buena, no pasa nada por volver a contar los mismos hechos. Dunkerque es en este sentido muy buena. Es una gran película de guerra que cuenta una derrota, la primera derrota de los aliados, ingleses y franceses, en mayo de 1940. Fue una verdadera carnicería la que se produjo en las playas de Bretaña. El gobierno británico la encajó como pudo y desde muy pronto decidió convertirla en un acto heroico. El film estrenado la semana pasada, Su mejor historia, de Lone Scherfig, cuenta eso precisamente, como Churchill montó desde el departamento de propaganda una película que hablara del heroísmo de los británicos en las playas francesas. El film de Scherfing sirve de contrapunto al de Nolan, sobre todo porque la de Nolan es todo menos heroica. Lo que mas me interesa de Dunkerque es el uso del tiempo y del silencio de los hombres (no el de la película que tiene una banda sonora de Hans Zimmer operística y dialogante, a veces demasiado apabullante e ilustrativa, pero eficaz como lenguaje). El tiempo es el tema fundamental de este film bélico inesperado. Para unos, los soldados varados en la playa sin poder hacer nada mas que esperar, el tiempo es el de una semana interminable; para otros, los pescadores que salieron en sus pequeñas embarcaciones para cruzar el canal y salvar el máximo de soldados posibles, es el de un día; para los dos aviadores que tenían como misión impedir los ataques de los alemanes, es el de una hora. Los tres tiempos se conjugan en el film sin continuidad creando un nuevo tiempo: el de la narración cinematográfica. Si la música nos va explicando la historia, los personajes, soldados, pescadores, aviadores, a penas hablan. No hace falta. Basta con mirarse para expresar todo lo que sienten. Dunkerque es un film que debería verse en las escuelas, las de cine desde luego, sobre todo los guionistas, pero también en las clases de historia.


(la India antes de 1947 y ahora)

Si seguimos con la cronología histórica, el siguiente film es El último virrey de la India. A ver, esta es una película que podía haber sido grande y se queda en mediana hacia abajo. Podía haber sido un gran drama histórico y se queda en pequeño melodrama doméstico. Pero con todo es muy interesante porque cuenta de una forma muy clara y sin medias tintas, los entresijos político/coloniales que tuvieron lugar en 1947, cuando la India consiguió su independencia del Imperio Británico a costa de perder parte de su territorio a favor de la creación de dos países nuevos: Pakistán a su izquierda, Bangla Desh a su derecha. Una partición traumática, que acarreó millones de desplazados y muertos en función de las creencias religiosas. India, bajo el poder de los hinduistas, Pakistàn, bajo el dominio de los musulmanes. La película cuenta como se fraguó esta división, auspiciada por Gran Bretaña para controlar los puertos del Océano Indico frente a la Unión Soviética, sin pensar en las consecuencias para las personas que vivían en esos lugares y que hasta entonces lo habían hecho en una buena convivencia religiosa y humana. Lo de menos en la película es la historia sentimental que le sirve de contrapunto, lo interesante es ver como las independencia se fraguan  siempre en beneficio de alguien que no siempre está en primera línea de luz. La  historia la escriben los vencedores, se afirma en la película antes de empezar. Pero ¿quién son los vencedores cuando lo que se juega es algo que no tiene en cuenta a las personas?


(recuerdos de la Rumania soviética)

El tercer film de la semana es Sieranevada. Es una película rumana de Cristi Puiu, uno de los mejores directores de la nueva ola de cine rumano. A priori no parece una película sobre la Historia. Pero si lo es. Rápidamente resumo su argumento. Cuarenta días después de la muerte de su padre, Lary y su mujer Laura acuden a casa familiar para una reunión en honor al difunto. Tras un largo plano secuencia en la calle y en el coche, Lary y Laura llegan a la casa donde se reúnen amigos y familiares. Durante las dos horas siguientes (prácticamente el tiempo de la narración) nunca saldrán de ese piso claustrofóbico, un laberinto de pequeñas habitaciones, con puertas que se abren y se cierra, largos planos cámara al hombro y una cena anunciada que nunca llega a consumarse por mas hambre que tengan todos. En este microcosmos se conjugan Buñuel y Berlanga, Haneke y Bergman, Almodóvar y Lubitsch. El resultado es una película inclasificable que te envuelve en su mezcla de banalidad y profundidad. ¿Y la Historia que justifique el que hable de ella bajo este epígrafe? La Historia es la que sustenta todas las conversaciones, los sentimientos, los actos de esta familia. La memoria selectiva de los hechos, que cada uno recuerda de una u otra manera. Puiu explicaba que en el origen de la película estaba en la fiesta homenaje a su padre muerto. Y como le molestó que su hermano no solo no recordara lo mismo que él, sino que sus  recuerdos era completamente distintos. Mas que seguir escribiendo yo, prefiero dejar aquí dos declaraciones del director que me parecen pertinentes en nuestro propio contexto:

“Si nos paramos a pensar, la Historia es la ficción más presente en nuestras vidas, la Historia tal como nos la cuentan en el colegio. Lo digo con conocimiento de causa porque aprendí una Historia durante el comunismo. El Muro de Berlín cayó cuando tenía 23 años, y con él desapareció una Historia, y enseguida apareció otra Historia, otra versión de los hechos, cosas que desconocía, a pesar de que me gustaba mucho la Historia. Me asombró descubrirlo.”
“Los comunistas falsificaron la Historia con un programa muy claro. Desde entonces, nadie puede creer en la estabilidad de la Historia, ni en la inmutabilidad de la verdad. Creo que la historia del hombre se mueve constantemente y que es necesario realizar  reajustes en los acontecimientos del pasado. Siempre, siempre, siempre, porque solo son aproximaciones.”
Es esto lo que hacen estas tres películas. Reajustar el relato histórico. Es esto, también, lo que hacen los gobiernos, manipular la historia en su propio beneficio. Menos mal que el cine está ahí para dejar memoria de cómo se veía y cómo se ve un mismo hecho histórico.



No hay comentarios:

Publicar un comentario