sábado, 25 de noviembre de 2017

VARIOS

Esta semana no hay un nexo entre los cuatro temas que traigo a este blog. Una película, Tierra firme de Carlos Marqués-Marcet; un libro, Madrid-El advenimiento de la República, de Josep Pla; el capítulo de una serie: Asesinato en el Orient Express en la versión de la serie Poirot que se puede ver en Filmin; un recuerdo, el de Fernando Fernán Gómez..



Tierra Firme
Carlos Marqués-Marcet debe tener algo de geógrafo. Su primera película se llamaba 10.000 km y tenía en el espacio, el que separaba a los dos amantes y el que habitaban cada uno en una punta del mundo, la razón final de su historia  de amor y desamor. Ahora, su vena geográfica vuelve a aflorar en Tierra firme, un film que navega dulcemente por las aguas de los sentimientos a bordo de una barcaza que busca una tierra firme donde asentarse. Pero, ¿Qué es en realidad la tierra firme? ¿Acaso es mas firme la tierra que pisamos que la del barco que se mueve en el agua? ¿No es la firmeza una cuestión de emociones, de seguridades, de horizontes? Marcet plantea una cuestión eterna: la necesidad de tener hijos y los problemas que un desacuerdo en este deseo produce en cualquier pareja. Que en este caso la pareja sea de dos mujeres, Kat y Eva, no altera el resultado. Y que en la ecuación entre en juego Roger, un amigo al que se le pide que colabore en el proyecto, tampoco lo modifica. Porque el fondo es el de siempre ¿estamos suficientemente firmes en la tierra para poder tener un hijo? Claro que en este film fresco, dulce, feliz, tragicómico y sobre todo lleno de sentimientos hay algo más que esta anécdota. La manera como Marcet filma a sus chicas en esa barcaza en movimiento por canales, esclusas, riveras, es casi un documental que se entiende cuando sabes que ese barco es la casa donde vive realmente Natalia Tena. Las secuencias con Geraldine tienen también un matiz de documento, no en balde Gerarda es la madre de Oona Chaplin, como Germaine es la madre de Eva; la aportación de David Verdaguer al personaje de Roger confirma la idea de estar ante una película familiar. Todo esta filmado deslizándose por la pantalla, con colores vivos, diálogos intrascendentes, canciones y borrachearas. Una geografía de las emociones que integra un díptico con su anterior trabajo. Los 10.000 km los recorre ahora Marcet a bordo de un barco.



Madrid-El advenimiento de la República
Leer el libro de Pla, escrito en catalán entre el 14 de abril de 1931 y mayo de 1932, publicado por primera vez en 1933 en  la Biblioteca Catalana d'Autors Independents, es todo un ejercicio de lectura histórica que debería hacer más de uno y de dos para entender, de primera mano, que pasó en ese año crucial en España. De todos los apuntes que se pueden sacar del texto, me quedo con algunos que parecen escritos hoy mismo:

7 de julio 1931
….
La terminología política de Esquerra está llena de lugares comunes, de todos los del humanitarismo más insincero y más tronado. Los políticos actuales hacen grandes gestos, se llevan cada dos minutos la mano al pecho, dan alaridos sentimentales y unos terribles aspavientos de bondad. Todos ponen los ojos en blanco, llevan el corazón en la mano y cantan turbios romances que hacen llorar. Toda la pornografía del exilio, los más abyectos estados de deshilachamiento sensorial, se han podido implantar en Cataluña de la manera más simple y natural. ¡Pensar que Prat de la Riba, que era un catalán de lo más normal, murió hace apenas quince años! De vez en cuando, la gente pregunta: ¿en qué consiste la política de Esquerra? ¿En qué va a consistir? Pues muy sencillo: va a consistir en tres años de anarquía sindical, de predominio de las ideas de la Asociación de Viajantes y el correspondiente caviar.

20 de julio 1931
……
La enorme cantidad de diputados que Cataluña ha enviado a las Cortes Constituyentes ha producido en Madrid, claro está, el efecto de la novedad, pues esta ciudad es sensible a lo nuevo. Aunque esta impresión ha durado tan sólo un momento: lo justo para conocerlos superficialmente. En general, el aspecto ha sido deprimente. En primer lugar, la expresividad de la inmensa mayoría de estos parlamentarios es escasa y en castellano, que es la lengua del Parlamento, es nula. La inmensa mayoría de estos señores no tienen ningún interés por la política real y positiva. No les interesa ¡qué le vamos a hacer! Por otra parte, desplazados a Madrid, muchos se aburren, se añoran, divagan más o menos embobados, sin saber qué hacer. … La Esquerra catalana ha enviado a Madrid una cantidad de diputados que no tienen ningún interés en serlo. Su origen fue una falsa alarma como los prostáticos, que a veces tienen ganas de orinar y no orinan. El fenómeno es indescriptible.

Hay muchas mas cosas en este libro, que cada cual encuentre las que mas le gusten.


Asesinato en el Orient Express
Traigo a colación este capítulo de Poirot por comparación con la detestable versión de la novela de Agatha Christie que acaba de estrenarse. Y hablo de este capítulo y no de la versión de Lumet del año 1974 porque, primero, no la recuerdo bien, segundo, no se si vale la pena recuperarla. Lo que si vale la pena recuperar o ver por primera vez es el Asesinato en el Orient Express de la serie Poirot realizado el 2010, con un David Suchet, el mejor Poirot, mejor dicho el único Poirot posible, metido en un caso que le obliga a violentar todos sus principios. Lo que hace interesante esta historia mas que conocida, es la manera como se resuelve el guión, con unas dosis de amargura y de dolor, una austeridad en los personajes y en los espacios y sobre todo una carga moral que la nueva versión no tiene y que no se si tenía la de Lumet. El concepto “Carga moral” es una idea que puede entenderse mal. ¿Es moralismo? No. No, al menos en este caso. Poirot no quiere hacerse cargo de ese caso de asesinato, está cansado, solo quiere dormir. Pero no le dejan y cuando acepta investigar la muerte del malvado Ratchett, empieza a ahondar en un problema mucho mas profundo de lo que se podía imaginar. La esencia de esta carga moral ya está en la novela de Agatha Christie, pero en el capítulo del Poirot de Suchet, se acentúa al enfrentar al detective de las células grises a un crimen justificado y sin culpable. Suchet con su mirada oscura y su cansancio infinito, se ve obligado a aceptar un fracaso. Sí, resuelve el caso, pero Poirot ya no será el mismo después de este viaje. Es esta dimensión moral la que Branagh no entiende ni siquiera intuye en esta nueva versión llena de cromas y efectos especiales, donde los personajes son casi hologramas que se habrían podido hacer también en ordenador. Hagan lo que quieran, pero yo les recomiendo buscar el capítulo en Filmin.

Fernando Fernán Gómez
Esta semana, el programa Historia de Nuestro Cine de la 2 de TVE ha dedicado sus películas a recordar la figura de Fernando Fernán Gómez del que se cumplieron 10 años de su muerte el 21 de noviembre. He aprovechado para recuperar Bruja, más que bruja y El  mar y el tiempo, dos películas que tenía muy olvidadas. Pero sobre todo, me ha gustado mucho volver a ver La silla de Fernando, la docuconversaciòn que grabaron David Trueba y Luis Alegre con el director y actor y escritor un par de años antes de su muerte. Es impresionante volver a escuchar su vozarrón hablando con total libertad, sin miedo y sin falsas modestias. No tiene desperdicio, pero como suele pasar, uno se fija en lo que mas le afecta en el momento en que ve y escucha. Por eso, en esta nueva mirada a las palabras de Fernando hay dos ideas que me han hecho pensar. Una la dice recordando a Gila:
"Mi admiradísimo Gila decía que él no era patriota y que él sabía que el patriotismo es un invento  de las clases poderosas para que las clases inferiores defiendan los intereses de los poderosos."
La otra, la dice casi al final de la conversación:

"A todos los que piensan que tienen el futuro en sus manos, les diría que el futuro no está en sus manos, sino en las manos de los que se han apoderado del futuro de todos nosotros."
Estupendo, como siempre.
















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