sábado, 27 de abril de 2019

VANGUARDIAS



“Se conoce con el nombre de vanguardia al conjunto de manifestaciones artísticas que se desarrollaron en las primeras décadas del siglo XX y que se caracterizan por el énfasis puesto en la innovación y en la confrontación con las normas estéticas canonizadas”.
 Esta definición de vanguardias me sirve para encabezar la entrada de esta semana.  Tres clases de vanguardias distintas. Una se enmarca plenamente en la definición, las otras dos se adecuan mas a la frase “el énfasis puesto en la innovación y en la confrontación con las normas estéticas canonizadas”.

Vanguardia ortodoxa: la de la película Buñuel en el laberinto de las tortugas
¿Existe realmente el realismo? ¿Es el surrealismo un cierto modo de realismo? No se si esta es la mejor manera de acercarse a este curioso film de animación que recrea el momento en que Luis Buñuel, sumido en una profunda crisis de creación tras el éxito/escándalo de La edad de oro, se enfrentó al rodaje de un “documental” rodado en las profundas tierras extremeñas de Las Hurdes. Basado en un cómic que no conozco de Fermín Solis, el film de Salvador Simó se plantea contar el proceso de creación de este documento singular rodado en 1932 gracias a la generosidad de Ramón Acín, que invirtió en el proyecto el dinero ganado con un billete de lotería. La película es bonita, interesante, entretenida. Pero a mi lo que me provoca es una pregunta que siempre flota en el ambiente ante cualquier documental. ¿Se filma la realidad o se pone en escena la realidad para filmarla? Buñuel y su pequeño equipo se presentan en Las Hurdes con la intención de filmar lo que vean. Pero a veces lo que ven no le gusta o no se corresponde a lo que le busca. En el fondo sigue siendo un surrealista  (Las Hurdes, tierra sin pan es un “documental surrealista”) así que “reconstruye la realidad”: que las cabras no se tiran por la montaña, pues las tiramos nosotros; que las abejas no se comen el burro, pues hacemos que se lo coman; que los enanos nos miran y juegan, pues los filmamos haciendo lo que queremos que hagan. Es cierto que este viaje y este documental cambiaron a Buñuel. También es cierto que este cambio coincidió con un momento político que le alejó de la dirección. Es cierto que Las Hurdes fue prohibida por el Gobierno de la República (sí, también prohibían cosas). Pero también es cierto que hizo mas por la España profunda que muchas arengas políticas. Buñuel en el laberinto de las tortugas es un film que vale la pena ver. Para recuperar a un Buñuel joven e inconsciente, para revisar un film casi insoportable de ver y también para ser conscientes que lo que se sigue llamando la España vaciada, la España olvidada, la España al margen, de la que se ha hablado estas semanas, ha cambiado mucho, muchísimo, pero sigue siendo un terreno desconocido donde se pueden tirar las cabras y afirmar que son ellas las que se tiran.
(Complemento indispensable: El libro Luis Buñuel o la mirada de la medusa editado por la Fundación Banco de Santander. Se trata de reflexiones, conversaciones y cartas entre Luis Buñuel y el escritor mexicano Carlos Fuentes. Muy interesante y muy diferente de los enfoques tradicionales de la obra de Buñuel).



(Mike Naumenko y Natasha)


(Viktor Tsoï)
Vanguardia musical: la de la película rusa Leto.
En nuestro mundo occidental (entendido como Europa y Estados Unidos) lo sabemos todo de nosotros mismos, pero sabemos muy poco de los demás. Por eso es de agradecer que existan películas como esta del ruso  Kirill Serebrennikov que nos cuenta como en la gris, monolítica y represiva Rusia Soviética, existían pequeñas islas de libertad de las que no sabemos nada de nada. La historia pasa en Leningrado el verano de 1980. El rock vive un momento semi clandestino de esplendor. Es en ese verano donde se sitúa la historia de este triangulo amoroso entre tres jóvenes vinculados a la escena musical rockera y alternativa de la ciudad de Leningrado, los músicos Mike Naumenko y Viktor Tsoï , dos figuras legendarias del rock soviético, estrellas durante el convulso y apasionante periodo de la perestroika y Natalya Naumenko, casada con Mike y enamorada de Viktor. Tres figuras  reales que tuvieron un final trágico: Viktor murió a los 29 años y Mike a los 36.  Pero esto queda fuera de la película que lo que quiere es recrear un momento de felicidad y de vitalidad en la rigurosa y opresiva Rusia Soviética. Leto es una película musical, un retrato generacional de un tiempo pasado, pero también es un film plenamente contemporáneo en una época en la que la represión política y el recorte de libertades vuelven a ser importantes en la Rusia de ahora mismo. Vale la pena verla por su frescura, su ligereza, su música,  pero también para hacer justicia a su director liberado este mes de abril de un larguísimo arresto domiciliario, aunque con la limitación de no abandonar la ciudad de Moscú. Será que a Putin no le gusta el rock, ni la cultura (occidental o no occidental).
(Complemento indispensable: los videos de Mike Naumenko y Viktor Tsoï en youtube. Estos son dos ejemplos, hay muchos más: https://www.youtube.com/watch?v=M8Dt9StZSqA



Vanguardia… a secas: la de la película La portuguesa
Tres mujeres se unen en La portuguesa: la directora, Rita Acevedo Gomes,  la guionista Agustina Bessa-Luís, y la actriz Clara Riedenstein. Por encima de ellas sobrevuelan tres hombres: la sombra de Manoel de Oliveira que es alargada y cubre el film, el relato de Robert Musil  La portuguesa y la fotografía de Acacio de Almeida. Todos juntos consiguen hacer uno de los films mas hermosos y menos previsible de los que he visto en mucho tiempo. La historia es muy simple: el señor Von Ketten, en guerra permanente con el obispo de Trento, vuelve a sus tierras del norte de Italia con su nueva esposa, una hermosa mujer portuguesa. Durante once años, el señor estará lejos sumido en sus batallas, con escasas visitas a su esposa que vive aislada en un castillo, acompañada de unos pocos sirvientes. La extranjera, la hereje, la bruja, no  quiere volver a su casa en Portugal y permanece allí como una amenaza de lo diferente: lo femenino, lo de fuera, lo que no se entiende. Narrada como un cuento, transcurre suavemente ante nuestros ojos asombrados de la belleza de los espacios, de la puesta en escena, de la calidad pictórica de sus imágenes, pero también envueltos en la experiencia de esa mujer pelirroja que construye un mundo propio al margen de un marido perdido. La portuguesa no es un film para todo el mundo, pero si es una película que todo el mundo podría ver y disfrutar.
(Complemento indispensable El libro Tres mujeres de Robert Musil donde está el cuento La portuguesa)






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