El martes se presentó en la
librería Laie de Barcelona un libro de Antoni Marí y Francesc Parcerisas. Es un
largo poema escrito a dos manos hace cuarenta años mientras los autores
paseaban por la isla de Ibiza. Quaderns Crema lo ha recuperado para celebrar precisamente
los cuarenta años de una de las editoriales más interesantes de la España
contemporánea. El poema se titula Ombra i
llum, Sombra y luz. Un título que
les robo para esta entrada. Porque sombra y luz es lo que vimos el martes en
Barcelona. La luminosa luz mediterránea que desprendía el poema y la numerosa
presencia de un público entregado a los autores (desgraciadamente tan mayor como
ellos mismos, muy poco jóvenes disfrutaron de sus palabras y de la poesía), contrastaba
con la sombra mortecina y de posguerra de las calles de Barcelona supuestamente
iluminadas para la Navidad. Navidad es una fiesta triste, siempre lo he dicho,
pero aun es mas triste si unas pálidas y blanquecinas luces con mariposas que
parecen fantasmas y arbolitos encadenados por bombillas de los años cuarenta,
son la única iluminación que acompaña a los paseantes de esta ciudad cada día
mas oscura. Si salimos de Paseo de Gracia y Rambla Catalunya y nos acercamos a
la Plaza Universidad y el Raval, la depresión se acentúa con las luces
kenlochianas de pobres, inmigrantes y demás miserias que cuelgan de sus escasas
farolas. No sé que es peor, la desmesura orgiástica de Vigo o Madrid o la
miseria lumínica de esta Barcelona gris. Las dos consumen y contaminan (o no,
no sé que diría a esto la niña-santa Greta) pero por lo menos una alegra la
vista y la otra te sume en la tristeza. Menos mal que queda el poema ibicenco
lleno de luz que atraviesa la sombra.
(paisaje de Sicilia, ruinas
eternas)
El traidor
También me sirve lo de las
sombras y las luces para hablar de El
traidor, el último trabajo del veterano (tiene 80 años) Marco Bellocchio.
Sombra del retrato siniestro de la Cosa Nostra, esa mafia siciliana que sin el
aura trágica de Coppola, ni la mirada cómplice de Scorsese, aparece como una
auténtica red de extorsión, corrupción y poder que, desgraciadamente y con
otros nombres, sigue controlando la sociedad, no solo la italiana. La luz en
este caso son las confesiones que el capo Tommaso Buschetta hizo al juez Falcone
permitiendo el desmantelamiento de la Cosa Nostra en los años 80 y 90. Bellocchio
conjuga el mejor cine político italiano, con un thriller judicial y una
tragedia casi shakesperiana de traición y venganza, no exenta de ironía y gotas
de humor. Una lección de historia y una lección política. Un buen broche para
una carrera de más de cincuenta años.
(paisaje de Bruselas, frialdad
en el ambiente)
Le jeune Ahmed
De esta película de los
hermanos Dardenne quizás no habría hablado en el blog sino fuera por que, de
repente, ha adquirido una rabiosa actualidad. No es la mejor película de los
hermanos belgas, es un poco una repetición de lo que vienen contando desde hace
años. Pero ese no es el problema, el problema principal, al menos para mí, es
que tiene un protagonista que no me creo, mejor dicho (a mi me da igual no
creérmelo) es que creo que no se cree a sí mismo. Ahmed es un impostor que no
consigue transmitir ni empatía ni antipatía. Esa es su sombra. La luz es mucho
mas terrible, porque después de ver los atentados unipersonales de Londres y La
Haya ocurridos esta semana, el comportamiento de este joven musulmán de una
familia normal (Ahmed no es un marginado) al que un imán fanático reduce a
simple máquina repetidora de consignas y generadora de odio, hasta el punto de impulsarle
a acuchillar a una profesora, es un ejemplo iluminador de lo que son los dos enajenados
mentales que han atentado estos días en un puente de Londres y en una populosa
calle de La Haya. El cine, a veces, refleja la realidad sin quererlo.
(paisaje aragonés, seco y con
fantasmas)
Les Perseides
Les
Perseides es la ópera prima de dos jóvenes directores, un chico y
una chica, salidos de la Universidad Pompeu Fabra. De hecho, es su trabajo de fin de
carrera que, por azares de la vida, ha conseguido saltar a los circuitos de
festivales. Su sombra es esa precisamente, su poca entidad. Les Perseides no es una gran película ni
mucho menos, pero apunta maneras en sus directores y deja ver hilos de los que
tirar para hacer un cine mas personal, sobre todo cuando se alejen de esa
especie de nuevo género en que se han convertido las historias de adolescentes
de Barcelona de vacaciones en un pueblo donde deben enfrentarse a otra
realidad. La luz de Les Perseides es
doble, por un lado todo el juego con los fantasmas presentes y ausentes en ese
pueblo semi abandonado y por otro la actriz protagonista, la joven Nora
Sala-Patau, que consigue transmitir una sencilla ambigüedad a su personaje.
(paisaje gallego, brumoso y
misterioso)
Longa Noite
Longa
noite, tercera película del gallego Eloy Enciso, es un ejercicio
estético con trasfondo político, un oscuro túnel de sombras en el que el personaje
principal se adentra en la larga noche de la posguerra a través de textos
literarios, recitados mas que dichos, y cartas emocionantes. Dividido en tres
fragmentos, hay que superar la dureza formal de los dos primeros, para llegar a
la emoción contenida de la tercera parte donde escuchamos las cartas y vemos la belleza de los bosques fotografiados
por Mauro Herce. La luz la pone el propio
realizador, lúcido, consciente de que su cine no es fácilmente asequible Longa noite se inscribe en una tradición
que tiene en Straub-Huillet y Pedro Costa sus principales referentes. Un cine
difícil, exquisito, que exige del espectador un esfuerzo especial.
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