sábado, 6 de marzo de 2021

MUJERES

 

(me gusta mucho esta fotografía de mujeres, y algún hombre, trabajadoras)

Estamos cerca del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. La historia dice que en el mes de marzo de 1857 se produjo la primera gran protesta de las mujeres, al salir a la calle las trabajadoras del textil de Nueva York en protesta por sus condiciones laborales. Pero no fue hasta 1910 cuando se decidió establecer El Día Internacional de la Mujer que se celebró por primera vez el 19 de marzo de 1911, pocos días antes de que el 25 de ese mes tuviera lugar una tragedia en el incendio de una fábrica de Nueva York donde murieron 140 trabajadores, 123 de ellos, mujeres. En 1975 la ONU celebró El Año Internacional de la Mujer, y decidió instaurar el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer. Me parece bien que haya un día para celebrar a la mujer, aunque sinceramente creo que todos los días del año deberían ser días de la mujer o de los hombres, o mejor aun de los seres humanos. Pensar en este Día me ha llevado a preguntarme si había un Día del Hombre. Y me he encontrado ¡que sí hay un Día del Hombre! Es el 19 de noviembre y está instaurado, aunque no reconocido oficialmente en muchos países, desde 1992 y apoyado, ¡sorpresa! por algunas asociaciones de mujeres que reivindican esa fecha como un “día para promover los modelos masculinos positivos”. En fin tanto uno como otro deberían servir para demostrar que mujeres, hombres y lo que pueda haber entre medio, no son iguales pero SI TIENEN LOS MISMOS DERECHOS. Esa es la principal reivindicación de todos los humanos en todas partes. A igual trabajo, igual salario; a igual responsabilidad igual remuneración; a iguales deberes, iguales derechos. Es cierto que estamos muy lejos de esa igualdad de derechos en muchos terrenos y que las diferencias de conquistas de la mujer es muy desigual según dónde vivas y la religión que domine. Pero estamos en un camino que es imparable. El mundo cambia a marchas forzadas entre otras cosas por culpa de la pandemia que dejará huellas importantes en la sociedad, tanto a unos como a otras y hay que asumirlo y utilizarlo para avanzar juntos.


(Marta Estebam "cargando" las  cinco nominaciones para Sentimental de Cesc Gay)

Por eso me gusta ver las cosas en positivo y celebro que un 30% de los cargos directivos del cine español sean mujeres en lugar de lamentar que sean “solo” un 30% porque el año pasado o hace cinco o diez años, ese tanto por ciento era mucho menor y dentro de un año o cinco, será mucho mayor. Y por eso estoy contenta que este año en los Premios Goya que se celebran el sábado (escribo esto el jueves 4 de marzo) haya más de cincuenta mujeres nominadas en distintas categorías, no solo en las tradicionales femeninas, vestuario, maquillaje o montaje, también en categorías que se han considerado tabúes durante mucho tiempo. De los cinco títulos nominados a Mejor Película, cuatro están producidos por mujeres; los cinco documentales nominados están producidos por mujeres; de las ocho candidatas a mejor dirección (normal o novel), cuatro son mujeres; de las ocho candidatas a mejor guión (original o adaptado ) dos son mujeres aunque hay mujeres coguionistas en otras dos; hay una directora de fotografía; hay dos sonidistas; hay tres directoras de producción… No está mal, nada mal. Sobre todo este año tan raro y con una producción tan extraña.

La celebración de los Goya y el Día de la Mujer me ha recordado una lista de directoras que comentamos en La Finestra Indiscreta, el programa de radio de Alex Gorina. Con motivo del 125 aniversario del cine, Gorina hizo una lista de los 125 mejores directores (desde su personal punto de vista) de la historia. Solo había una mujer. Eso le hizo reflexionar y decidió hacer una lista de las 125 mejores directoras de la historia del cine. Le salieron, pero fue más complicado. Entre otras cosas, porque más que “escoger” (directores masculinos hay miles) tuvo que “poner” (directoras femeninas hay muchas menos). Es cierto que se quedaron nombres fuera, era su lista y era personal, yo añadí unos cuantos y el número llegó hasta 134. Pero lo que fue más interesante fue analizar la lista y darnos cuenta que de alguna manera reflejaba un estado de la cuestión a lo largo de estos 125 años.


(Alice Guy, una de las mejores directoras y productoras del cine mudo)

Primer análisis: histórico. En la etapa del cine mudo, cuando el cine aún no era una industria consolidada que movía millones, encontramos 9 directoras, las mismas que aparecían entre 1930 y 1960, los años de la guerra en Europa y del esplendor de los estudios en Hollywood donde las chicas no tenían muchas oportunidades. Entre 1960 y el año 2000, la lista llegaba hasta la notable cifra de 80. Estaba claro que lo que se conoce como Modernidad coincidía con las reivindicaciones del Movimiento de Liberación de la Mujer y eso se notaba en el auge de directoras. En los 20 años del Siglo XXI la lista sumaba 36 nombres. No son muchos, pero no está mal teniendo en cuenta que cada día hay incorporaciones nuevas.


(Ana Mariscal, directora española a reivindicar)

Segundo análisis: geográfico. Es también muy interesante. De las 134, solo 27 eran americanas, primera sorpresa; 28 eran españolas, barríamos un poco para casa; 59 eran europeas y 19 de otros países. ¿Qué nos demostraba esta relación? Si sumamos españolas y europeas llegábamos a 88, ¡casi un 70% del total! Es evidente que la política de los autores ha favorecido en Europa a las mujeres frente a la idea de industria del cine americano. También está claro que los presupuestos mucho más pequeños del cine europeo en general y las medidas proteccionistas de los gobiernos, han permitido a muchas más mujeres acceder a la dirección, frente a los grandes presupuestos y la economía de mercado de Estados Unidos. En fin, todo son elucubraciones que pueden dar que pensar este día 8 si se tiene un rato para perder. De todo esto me quedo con una idea. Lo que de verdad cuenta no es tanto quién lo hace ni dónde lo hace; lo que es importante es que lo que haga sea bueno.

(no pongo la lista, prefiero que cada uno se confeccione la suya en un ejercicio de memoria y de rastreo de cuántas mujeres directoras conoce)

 

EL RINCÓN DE LAS SERIES


The Split

Aprovecho que estoy en clave Mujer para hablar de una serie inglesa que me gusta mucho. Se titula The Split, tiene dos temporadas de seis episodios y se puede ver en Filmin. Antes que nada tengo que aclarar que me encantan las series de abogados y de abogadas. Soy fan de Suits y de The Goodfight. Y a esa lista sumo ahora The Split, palabra que significa división, grieta, ruptura, divorcio en definitiva. Las protagonistas son cuatro mujeres: la madre, Ruth, y tres hermanas, Hannah, Nina y Rose. Dos son abogadas como la madre, la pequeña aún busca su camino. Pero la que lleva el peso de la historia es Hannah, interpretada por la estupenda actriz Nicola Walker. Hannah es la hermana mayor, abogada en el bufete familiar del que se marcha al empezar la primera temporada por desavenencias con su madre y su hermana Nina. Hannah está especializada en casos de divorcio y derecho de familia, temas y conflictos de los que ella no es ciertamente ajena en su vida privada un tanto convulsa en esta segunda temporada. Lo interesante y más adictivo de esta serie londinense más que británica, creada por Abi Morgan es la de combinar la trama personal y familiar de las tres hermanas con casos específicos de divorcios complicados y mediáticos que sirven para mostrar conflictos de la franja de la sociedad más privilegiada. En principio The Split iba a ser una miniserie, pero el éxito de Hannah y sus hermanas hizo que se pensara en una segunda temporada que comienza con la incorporación de su madre y su hermana Nina al importante y prestigioso bufete donde trabaja Hannah. Vale la pena dedicarle un tiempo a The Split. Que se ocupe de gente rica y guapa no quiere decir que no sea interesante para hacer una radiografía de la sociedad y sus problemas de relación en la Inglaterra de ahora mismo. Aunque en realidad sea la de hace un tiempo, la serie es del 2018-2019, la era pre Brexit y sobre todo pre-pandemia. Sería interesante ver una tercera temporada de The Split ambientada en este atípico año 2020, con mascarillas, confinamientos y dramas familiares por resolver en un país que está viviendo un particular split traumático. A Gran Bretaña le hace falta una Hannah y a Hannah le hace falta un poco de tranquilidad..

El regalo de esta semana no puede ser otro que Una Mujer. Hay muchas en la obra de Ramon, pero me he decidido por este retrato, uno de los que más me gustan.




1 comentario: