sábado, 23 de octubre de 2021

TRUEBA(S)

Ha sido completamente involuntario, pero en la misma semana que acabo una novela de un Trueba (David), se estrena la película de otro Trueba (Jonás). ¡Solo me falta algo de Fernando para acabar de hacer el pleno de los Truebas creadores! Lo más curioso de todo es que, siendo muy distintos, tanto el libro como la película son extrañas cartas de amor y los dos son “una primera vez” para cada uno de ellos.

Empiezo por la película




Quién lo impide, de Jonás Trueba

¿Por qué pienso que es una carta de amor? Porque es una carta de amor a una generación que no ha tenido ni tiene las cosas fáciles. Quién lo impide da voz a los nacidos a principios del siglo XXI, los que tenían, ocho años cuando sus padres se vieron sumergidos en la crisis económica más bestia e inesperada, los que tenían 15 años en el 2016, cuando parecía que por fin el mundo les iba a sonreír, los que tenían 18  o 20 cuando la pandemia y el confinamiento les arrancó definitivamente el porvenir en el que creían iban a poder vivir. Esta generación, tan olvidada durante meses y tan maltratada muchas veces, es uno de los segmentos de la sociedad que más ha sufrido las consecuencias devastadoras de estos casi dos años de maldad covidense. Se vieron obligados a encerrarse cuando mas contacto necesitaban, a comunicarse de forma virtual cuando más necesario era el roce personal, a estudiar sin la complicidad del profesor ni de los compañeros. No es extraño que hayan salido en tromba cuando han podido, aunque tampoco es extraño que sus trombas se haya aprovechado tanto para acusarlos de irresponsables, como para utilizarlos como caldo de cultivo de la inestabilidad permanente en la que sectores de ese mundo en la sombra quiere que todos vivamos, Pero dejemos ya las generalizaciones para hablar de este estupendo trabajo. Quien lo impide se presenta como un documental, pero no estoy segura que lo sea. O en todo caso, es otra clase de documental. Sus protagonistas son un grupo de chicos y chicas que se interpretan, si podemos decirlo, a sí mismos, tanto cuando lo vemos en su cotidianidad, como cuando representan pequeñas ficciones muy truebianas. Después de rodar La reconquista en el 2016, Jonás se quedó fascinado por Candela Recio y Pablo Hoyos, los dos adolescentes que interpretaban sus personajes cuando eran pequeños. Y decidió seguir con ellos de una manera inusual. Pero no solo con ellos, también con algunos de los chicos que salían en la película y por extensión con sus amigos y compañeros. Y así nació un proyecto sin nombre ni objetivo claro: seguirlos en su crecimiento durante cinco años, en momentos puntuales, cuando se podía, cuando ellos tenían ganas, cuando él tenía ganas. Poco a poco se fue haciendo el film con ellos y para ellos. Jonás los veía crecer delante de las cámaras, los veía hacerse adultos, y los veía despuntar en distintas direcciones. Y de vez en cuando, les construía pequeñas ficciones de amor, que ellos asumían desde su propia vida, como si de verdad les estuviera pasando aquello que se contaba. La canción de Rafael Berrio que se escucha en La reconquista acabó siendo el titulo de un film generacional que lanza ese grito de libertad: quién lo impide. Nada impide que los chicos de Jonás sigan adelante. Esto en cuanto a la carta de amor, en cuanto a la primera vez, hay varias cosas curiosas. Con los antecedentes de su padre Fernando y su tío David, Jonás no tenia fácil hacerse un nombre propio en el cine español. Poco a poco, fue encontrando su propia voz a partir de una premisa no enunciada: hablar de su gente, de sus coetáneos, de los que crecían con él. Desde Todas las canciones hablan de mi del 2010 hasta La virgen de agosto en 2019, siempre ha mirado a su alrededor, incluso geográficamente ya que casi no se ha movido del barrio de los Austrias en Madrid. Pero con Quien lo impide, Jonás mira a otra generación más joven, no pueden ser sus hijos, a no ser que fuera tremendamente precoz, Jonás nació en 1981, tampoco sus hermanos pequeños, demasiada diferencia. Eso le aleja emocionalmente de ellos y eso precisamente es lo que despertó su curiosidad por saber que les pasa, como son, que quieren. En realidad Jonás acabó por descubrir que lo que les pasa, lo que son y  lo que quieren, no es muy distinto de lo que le ha podido pasar a cualquiera entre los 15 y los 20 años en cualquier época. Eso le permite sentirse cerca, pero no igual, Jonás nunca cae en esa falsa idea de “somos iguales”. Quien lo impide también es una primera vez por su formato, el documental más o menos ficcionado, por sus escenarios, la historia se descentraliza en distintos barrios de la ciudad que nunca antes había utilizado, por su duración, casi cuatro horas magnéticas en las que no puedes dejar de mirar, y por su estructura en tres partes distintas, separadas por dos entreactos que actúan como puntos y aparte entre los tres segmentos del film ,que yo me atrevo a nombrar por mi cuenta y riesgo como Todo es posible; Todo es imaginable, Todo es difícil. Quien lo impide empieza en el final, empieza con una pantalla compartida con los ocho chicos principales confinados en sus casas durante la dichosa pandemia y a partir de ahí, viaja a un pasado de cinco años atrás que parece de otra era y se proyecta a un futuro que ahora mismo es casi de ciencia ficción. Sin duda un experimento a todos los niveles. En el pase en San Sebastián, donde no hay tiempo para nada y la idea de estar cuatro horas en el cine se hacia difícil, los que asistimos a su primera proyección comentábamos antes de empezar, “veo un rato y me salgo, ya la veré entera cuando se estrene”. Pero no se salió nadie, no se movió ni una mosca, casi ni en los entreactos de 5 minutos. No se fue nadie. Y esa es la mejor prueba de su fascinación.

 


Queridos niños, David Trueba

La nueva novela de David Trueba es una carta de amor extrañísima. Es la carta de amor que le escribe un gordo y alcohólico periodista, ácrata y descreído a una candidata a presidenta por un partido de derechas. En este enunciado se encierra también lo de la primera vez. Porque por primera vez, creo, David Trueba no habla ni de sus gentes o amigos o compañeros, ni siquiera habla de sí mismo. Es imposible reconocer en el gordo Basilio ni un solo rasgo de David, (al menos en apariencia). Y tampoco es fácil imaginarse a David siguiendo una campaña electoral como la que conforma este libro, entre el diario de campaña y la reflexión política, entre un retrato costumbrista del folklore multiregional y la cínica crónica de cómo se construye un personaje. La candidata Amelia Torres, elegida por un partido conservador por ser la única o casi que no tiene manchas de corrupción, escoge como asesor para que le escriba sus discursos a Basilio, un hombre de una gordura descomunal y una falta de corrección política legendaria. A lo largo de las tres semanas que transcurren en un autobús recorriendo España de punta a punta, Basilio se irá enamorando cada vez más de esa candidata absurda y es la carta que le escribe recordando su periplo lo que da cuerpo a la novela escrita en primera persona con un destinatario claro: de Basilio a Amelia. La novela es satírica, mordaz, cínica y aleccionadora, no deja títere con cabeza en el mundo de la política y aprovecha para hacer un retrato colectivo de eso que se llama la España de las autonomías y sobre todo, la España vaciada. David escribe un libro importante y diría que necesario. Además de muy divertido.

Un apunte imprescindible

Solo unas líneas para recordar que esta semana se ha repuesto cono honores de estreno El extraño viaje de Fernando Fernán Gómez, la película más inclasificable de un hombre inclasificable. Cine de terror, cine costumbrista, cine transgresor y muy moderno a pesar de sus casi 60 años, El extraño viaje es una sorpresa incluso si la has visto mil veces. Nadie se puede quedar indiferente ante Carlos Larrañaga desfilando ante Tota Alba. Un clásico indispensable. No se la pierdan. 

Esta semana el regalo está dedicado a los Truebas. Una silla destinada a la candidata de David que seguramente rompería Basilio al sentarse; una silla donde nadie les puede impedir sentarse a los chicos de Jonás y encarar su futuro.



 

 

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