sábado, 16 de abril de 2022

FINLANDIA

 

Justo la semana en la que Finlandia ha tomado protagonismo en la guerra en Europa con el anuncio de su intención de entrar en la OTAN, rompiendo una neutralidad asumida desde el final de la segunda guerra mundial, para desespero y enfado mayúsculo de Putin quién ha amenazado con el armamento nuclear si esto sucede, justo esta semana, Finlandia se ha cruzado en mi camino en forma de una película extrañamente romántica y la segunda temporada de una de las series de espionaje más interesantes de los últimos años.


(los petroglifos de Murmansk)

El estreno: Compartimento Nº6 de Juho Kuosmanen

Esta película del para mi desconocido director Juho Kuosmanen, es una de las sorpresas del año. Pasa prácticamente toda en un tren durante el largo viaje de casi 1500 km entre Moscú y Múrmansk. Cuenta el extraño encuentro entre dos seres tan antagónicos como atrayentes entre sí. Laura es una estudiante de arqueología finlandesa que, tras una estancia en Moscú, decide viajar a Múrmansk, una de las ciudades rusas más septentrionales situada en la península de Kola en el Mar de Barents, muy cerca de la frontera con Finlandia y Noruega. Laura quiere ver los famosos petroglifos de Kanozero, únicos en el mundo. En su compartimento viaja otra persona. Un joven ruso, maleducado y muy intrusivo que le produce entre rechazo y miedo. Laura intenta cambiar de compartimento, pero es imposible. Los dos van al mismo sitio, Ljoha es minero y vuelve a Murmansk para reincorporarse al trabajo. Aunque empiezan con mal pie, estos dos seres tan distintos, y tan solitarios, acabarán por entenderse y establecer una curiosa relación de amistad o de amor o de algo intangible entre ellos. Las películas de trenes tienen algo muy especial, sus personajes no están en ningún sitio y los pasajeros pueden olvidar por un tiempo quiénes son. Hitchcock lo sabía muy bien como demostró en dos grandes films. Alarma en el expreso y Extraños en un tren. Pero no es el único. Si recuerda a alguien esta extraña pareja es a la que retrató Linklater en Antes del amanecer, un film tan cercano en su esencia como lejano en su tono. Nunca sabemos en qué momento pasa. Lo único cierto es que no es ahora. La URSS ya no existe porque hablan de San Petersburgo, pero no hay teléfonos móviles, los coches son muy antiguos y el tren y su implacable revisora más parecen sacados de una película española de los años 50 que de un tren moderno. Todo es oscuro y sucio, pero no sucio moralmente y esa es su grandeza. Mientras que la suciedad en la ropa y el ambiente de un compartimento en el que se han pasado varios días antes de llegar a destino va aumentando, los personajes, en cambio, van ganando en luminosidad y en calidez a medida que se acercan a las nieves y el frio del círculo polar ártico. Y de fondo, sin siquiera mencionarlo, las fronteras. La frontera de Rusia y Finlandia, la frontera entre dos personas de orígenes muy distintos, la frontera del misterio de los petroglifos escondidos en una isla perdida. ¿Es una historia de amor? Yo creo que sí.

 


Shadow Lines/Espías en la sombra Segunda Temporada Filmin

Hace justo un año, el 10 de abril del 2021, cuando nadie pensaba que el mundo iba a saltar por los aires con una guerra terrible, escribí en el blog sobre la primera temporada de Shadow Lines/Espías en la sombra. “Estamos acostumbrados a ver el cine finlandés a través de la óptica de Aki Kaurismaki. Pero en ese pequeño y lejano país tan cercano a la Rusia del zar, de Stalin y de Putin, hay muchas más historias. Una de ellas es la que cuenta esta serie de 10 capítulos ambientada en 1955, en plena guerra fría. Las luchas entre Moscú y Washington tuvieron en la helada Helsinki un escenario de primer orden. Americanos y rusos querían controlar Finlandia, un país de enorme importancia estratégica. Juguetes en manos de las dos potencias, Nyrkki, (El Puño) una organización de espías finlandesa, intenta mantener la independencia de su país sin dejarse avasallar ni por el KGB ni por la CIA, ambos dispuestos a conseguir el poder de la neutral Finlandia manipulando los candidatos a la presidencia favorables a uno y otro bando. En medio de esta batalla, en una ciudad entre el dorado y el azul oscuro, la joven Helena se verá arrastrada en el conflicto mientras descubre un secreto de su pasado que pondrá en peligro toda la operación emprendida por la organización. Lejos del cine de espías norteamericano, más cerca del Smiley de Le Carré, pero en un ambiente elegante, estilizado, de humo y de vestidos de satén verde, en la serie se hacen cada vez más evidentes las delgadas líneas de sombra que separan dos mundos, dos realidades, el pasado y el presente. Shadow Lines es diferente en su ritmo, en sus personajes, en su propio relato. Es una oportunidad de descubrir otra manera de acercarse a las historias de siempre.” Filmin ha estrenado la segunda temporada de Espías en la sombra y tengo que reconocer que casi es mejor que la primera. Comienza donde se acababa la otra, con la elección de Urho Kekkonen como presidente, la muerte de Julius, uno de los espías de Nyrkki , y Helena avanzando en el secreto que la atormenta. A partir de ahí, la Historia con mayúscula se introduce en la historia de sus personajes en una trama que nos cuenta uno de los momentos más peligrosos para el equilibrio mundial entre la URSS y Occidente. No he podido encontrar ni un solo dato que corrobore el incidente que estuvo a punto de desencadenar la tercera guerra mundial. En todo caso, si sucedió o no, deja de ser interesante justo ahora cuando sí se ha desencadenado una guerra que esperemos no sea el prólogo de algo más gordo.  La serie se mueve entre espías, engaños, secretos personales, secretos políticos. Un grupo ultranacionalista, La Hermandad del Odio, fundada en 1922 tras las guerras de Karelia, cuando Finlandia perdió una parte de su territorio anexionado por la fuerza a la nueva URSS (¿les suena? ) vuelve a estar activa y dispuesta a hacer lo que sea para acabar con “los demonios y los rusos”. Desde el punto de vista del cine, la serie prolonga el estilo de la primera temporada, tan alejado del habitual tono y ritmo del cine americano e incluso del cine europeo más clásico. Fría por fuera pero volcánica en sus relaciones, estos espías consiguen mostrarnos una realidad que sin quererlo, ilumina lo que está sucediendo hoy en Ucrania.

 

EL RINCÓN DE LA SORPRESA



Apolo 10½: Una infancia espacial, Richard Linklater Netflix

La referencia a Antes del amanecer de Richard Linklater me ha hecho pensar en una película estrenada hace muy poco en Netflix. Que la deliciosa miniatura que es Apolo 10½: Una infancia espacial se haya estrenado directamente en una plataforma y casi sin anunciarla, es uno de esos misterios absurdos de la comunicación. Linklater en estado puro, esta aventura espacial es un film de animación que nos devuelve a 1969. Stanley es un niño de 10 años. Vive en Texas cerca de las instalaciones de la NASA donde se está preparando el viaje del Apolo 11 que llevará al hombre a la Luna. Stanley sueña con ser astronauta y vive una aventura que pudo ser, al menos para él. Pero antes de llegar al punto en el que conocemos a Stanley, Linklater aprovecha para recordar en una precioso ejercicio de la memoria, como era la infancia de un niño en los años sesenta. Música, series de televisión, comidas, riñas familiares, estrenos de cine, amigos, peleas, la escuela, todo desfila ante nuestros ojos contado por un Stanley adulto, un Linklater adulto, que comparte sus recuerdos y sus sueños. Este ejercicio de la memoria enlaza con la esencia del cine de Linklater donde el tiempo siempre es un elemento dominante de reflexión. No es la primera vez que vuelve a esos recuerdos, el Jake de Todos queremos algo bien podría ser Stanley en su primer año de universidad, o el Pink de Movida del 76. Linklater nunca deja de explicar su historia, la de una generación con la que se pueden sentir identificados muchos espectadores. Pero a veces, como en este caso, además consigue una pequeña joya animada, una aventura (im)posible, divertida, tierna, sincera. Linklater nos lleva a la Luna y nos lo creemos.

El regalo de esta semana es una foto primaveral. El mandarino del jardín está esplendoroso. Tanta vida y tanta energía me alegran el día.



 

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