Me van a disculpar pero esta entrada
va a ser larga. Barcelona ha vivido, como cada primavera desde hace seis años,
un empacho de cine con dos festivales enlazados uno detrás del otro. Primero en
BCN Film Festival, después el D’A Film Festival. Dos festivales de cine muy
diferentes uno del otro, con objetivos y
públicos distintos. Del BCN iré hablando a medida que se estrenen los films que
se han visto en sus pantallas. Tres esta semana.
(este cuadro de Ramon es una
buena imagen de las sensaciones que provoca la película)
CULPA Ibón Cormenzana
Segunda película de Ibón
Cormenzana que se estrena en pocas semanas, co-escrita con Manuela Vellés. En
este caso se trata de una historia en la que está implicada la actriz en
primera y casi única persona. Culpa debería
llamarse Miedo. Porque es más el
miedo que la culpa el sentimiento que atenaza a Ana y la obliga a exiliarse
voluntariamente en la soledad de una cabaña perdida en las montañas (curioso
paralelismo con La cima, el anterior
trabajo de Cormenzana). Ana sufre una violación en la primera secuencia de la
película y como consecuencia de esta violación se queda embarazada. El miedo a
contárselo a su pareja, a asumir su vergüenza, a las consecuencias que esta
violación tiene en su vida, la lleva a escapar y buscar el aislamiento absoluto
donde sufrir este embarazo no asumido. El film sigue a esta mujer a lo largo de
los nueve meses viendo cómo crece su vientre en paralelo al crecimiento de su
angustia. El silencio, la nieve, el frio, el agua, un ligero contacto humano, no
son suficientes para compensar sus sentimientos de culpa, su miedo y su pérdida
de contacto con la realidad. La película vale por si misma y se cuenta por su propia
historia, pero en este caso, conocer los avatares de sus puesta en escena
contribuyen a hacerla más interesante. En cierto modo transmutan el film de una
simple película en un experimento casi documental. Me explico. Ibón Cormenzana y
Manuela Vellés querían hacer una película sobre el embarazo a partir de su
propia experiencia. Se lo plantearon con su primer hijo, pero no se sintieron
con fuerza para enfrentarse a una nueva situación y además filmarla. Por eso han esperado al
segundo embarazo de Manuela para llevar a cabo su idea. Cada mes, subían
unos días a una cabaña en La Molina y filmaban un momento vital y emocional del
personaje de Ana. Así, asistimos en tiempo real a su embarazo, a sus dudas, a
sus miedos. Y la acompañamos en un camino nada sencillo para una actriz
embarazada que comparte no solo su desnudez física sino su desnudez emocional.
Es aquí donde Vellés demuestra ser una gran actriz, porque ¿cómo desligar lo
que sientes por tu hija en gestación de lo que siente Ana por ese hijo no
deseado? Normalmente no me gusta saber cosas de las películas. Siempre he
pensado que se tenían que defender solas, sin informaciones añadidas. Pero en
este caso, es importante y determinante el contexto. En Culpa la vida real está tan presente como la vida ficticia. (La
película se estrena esta semana en salas y en Filmin a partir del 13 de mayo).
JEREMY THOMAS, UNA VIDA DE
CINE, Mark
Cousins
Los documentales de cine de
Mark Cousins son siempre interesantes y bonitos y sorprendentes. Cousins
encuentra un camino diferente en cada caso para acercarse al objeto de su
estudio. Para hacer Jeremy Thomas, una
vida de cine, Cousins decide emprender un viaje en coche con el productor
que les llevará de Inglaterra a Cannes a través de Francia. En los días que
pasan juntos asistimos a sus charlas en el coche gracias a una cámara fija en
el interior, a sus paradas en los distintos hoteles, a su llegada al Festival
de Cannes donde Thomas estrena como productor First Love, su última colaboración con Takashi Miike. Distendida,
alegre, muy cinéfila sin rayar en la mitomanía, el film, no me atrevo a
llamarlo documental, recorre la vida y la obra de uno de los productores más importantes
de los últimos cincuenta años, el hombre que está detrás de buena parte del
cine de Bertolucci, de las más radicales apuestas de Cronenberg, algunas
locuras de Terry Gilliam, los últimos experimentos de Wim Wenders...Thomas se
rebela un hombre encantador y divertido, sin pelos en la lengua a la hora de
mirar a su pasado, sin remordimientos. Y a su lado, Cousins aparece como el
perfecto acompañante, guía y conductor de un relato que es historia del cine.
RED ROCKET, Sean Baker
Tangerine en el
2015, The Florida Project en el 2017,
Red Rocket en el 2021, aunque Sean Baker
no hubiera hecho nada mas, y lo ha hecho, su nombre ya merecería estar entre
los directores independientes mas corrosivos, divertidos y mordaces del nuevo
cine americano. Baker se fija siempre en personajes marginales no por elección propia.
No son outsiders, son simples y lucidos perdedores de la basura blanca de la América
profunda, la que vota a Trump y se cree que puede tomar el congreso vestido de
búfalo. Pero la gracia y el valor del cine de Baker es que se acerca a esta
gente sin superioridad moral, sin crítica social, y sobre todo sin intentar ni
comprenderlos ni compadecerlos. Sus personajes son seres libres, como libre es
Mikey Saber, estupendo Simon Rex, un actor de cine porno caído en múltiples
desgracias que vuelve a su pequeño pueblo tejano con la intención de recuperar
un poco de dignidad y si es posible rehacer su economía y la relación con su ex
mujer. Los colores brillantes, la alegría de los cuerpos, el humor de las
situaciones, se mueven en un paisaje de ruinas industriales ideal para enmarcar
la ruina que representa Mikey. Todo es feo y hermoso como el propio Mikey, un
tramposo y un manipulador que encuentra en la insinuante Strawberry un sueño
hecho realidad, una fantasía imaginada en una tienda de Donuts. Recuerdo que
cuando les hice una entrevista al director y al actor en el Festival de San
Sebastián acabé la divertida charla en un spanglish delirante diciéndoles la
mejor definición de la película que se me ocurría: Red Rocket era como un inmenso donut: dulce y lleno de confites de
colores, pero con un gran agujero negro en el centro. Los dos se rieron y me
pidieron permiso para usar mi definición. Me pareció estupendo. Me encantan los
donuts, y me encanta y divierte este donut de cine que se pega al paladar.
OCHO PELICULAS DEL D’A FILM FESTIVAL
Como cada primavera desde hace
doce años y desde hace seis en coincidencia y prolongación con el BCN Film
Fest, llega a Barcelona la cita con el D’A Film Festival, un certamen especial
donde se recoge lo más arriesgado del cine español, Un impulso colectivo, con los Emergentes
del cine internacional, junto con las apuesta por un cine de autor casi clásico
en estos momentos en que el cine está difuminando sus fronteras. De todo lo que
he visto estos días me quedo con estas ocho películas.
A
LOVE SONG Max Walker-Silverman
Creo que esta es la película
más bonita que he visto en el D’A Film Festival. En todo caso, la que más me ha
emocionado y me ha hecho pensar que no todo está perdido. En casi todas las
reseñas que se han escrito sobre la opera prima de Max Walker-Silverman se hace
referencia a su parecido con Nomadland.
Es cierto que existe una cierta semejanza: una mujer mayor que ha decidido
instalarse junto a un lago viviendo en una roulotte. Pero los parecidos se
acaban ahí. Porque Faye no está ahí como forma de vida. Faye está ahí porque
espera una visita, la de un viejo amigo del instituto con el que pasará un día
y una noche de reconciliación. Faye es una mujer de 60 años, encarnada en una
grandísima Dale Dickey quién con sus arrugas en el rostro, se convierte en el auténtico
paisaje del film. Faye es viuda y se ha instalado en ese punto esperando la
llegada de Lito. Y mientras llega, Faye pesca cangrejos en el lago, entabla una
curiosa relación con un grupo de indios y comienza una nueva amistad con dos
mujeres negras. Cuando Lito finalmente aparece, lo que sucede entre los dos
está lleno de complicidades y silencios. Y está lleno de emoción. A love song es eso más que otra cosa;
una canción de amor como las que suenan en el viejo transistor de Faye puntuando
su viaje emocional al la orilla del lago, al pie de una montaña mágica poblada
de árboles dorados. En A love song no
hay trasfondo social, no hay crítica política, no hay una toma de decisiones
vital por una forma de vida nómada. Por eso es diferente de Nomadland. Por eso, también, es tan
hermosa, tan sincera, tan cercana. Casi iraní en su contemplación del paisaje,
casi busterketiana en ese grupo de indios en fila que se presentan ante ella,
casi tatiniana en ese cartero que llega puntualmente al Campamento número 17.
Una delicia que volveré a ver en cuanto se estrene.
ABRÁZAME FUERTE, Mathieu Amalric
¿Puede una película sobre el
duelo convertirse en un misterio y al mismo tiempo ser una crónica familiar?
¿Puede una mujer ser protagonista de una huida y al mismo tiempo protagonista
de una pérdida? El puzle emocional que construye Mathieu Amalric con la
complicidad de Vicky Krieps (a la que hemos visto también en La isla de Bergman) nos obliga a un
ejercicio de atención para discernir lo que puede ser real de lo que es
proyección hacia el pasado y el futuro de esta mujer, esposa y madre que busca
en una huida hacia adelante el camino para reencontrarse con sus seres más
queridos. Abrázame fuerte es un film
envolvente, de entrada te produce una sensación de desasosiego ¿a dónde va y
por qué se va Clarisse? Pero poco a poco, siempre con el acompañamiento de un
piano obsesivamente presente en el relato, vamos encontrando una respuesta a
esas dos preguntas. Preciosa historia de amor a una familia contada de una
manera fragmentada pero que al final compone un cuadro perfectamente
comprensible.
ALBUM PARA LA JUVENTUD, Malena Solarz
Me encanta ver que la escuela
Jonás Trueba se extiende por otros territorios. ¿Qué es la escuela Jonás
Trueba? Podríamos decir que es una mirada fresca y tranquila a un grupo de
amigos en un momento de transición personal entre una etapa y la siguiente de
sus vidas. Un momento detenido, generalmente veraniego, en el que el tiempo se
dilata, los personajes se dejan mecer por el calor y las horas sin hacer nada
en concreto, mientras le dan vueltas a cuál puede ser su futuro. Son seres en
formación hechos de libros y de cine, de teatro y de encuentros festivos, Con
muchas comidas, con muchas conversaciones, paseos y miradas, sin que el sexo y
sus turbulencias intervengan en sus relaciones. El mundo de los Exiliados románticos, La virgen de agosto, Quién lo impide.,
el mundo de esta primera película de Malena Solarz. En el diciembre navideño y
caluroso de Buenos Aires, Sol y Pedro disfrutan de esos dulces tiempos de
intervalo antes de verse obligados a tomar decisiones. Un álbum para cualquier
juventud.
CANCIÓN DE UNA DAMA EN LA
SOMBRA,
Carolina Astudillo
En el 2014 descubrí a Carolina
Astudillo en una película documental muy especial y hermosa. Especial porque El gran vuelo contaba la historia real
de Clara Pueyo Jornet, una mujer comunista que en los primeros años 40 escapó de
la Cárcel Modelo de Barcelona y se perdió en el anonimato para siempre en una
doble huida: del franquismo y de la dictadura insoportable de su propio
partido. Carolina se acercaba a aquella historia de una manera dulce y
tranquila utilizando materiales de archivos personales de la época. Siete años
después, la directora vuelve a fijarse en la familia Pueyo, esta vez para
contar, a través de las cartas que le manda Armand Pueyo a su mujer Soledad, la
historia de una ausencia, de una pérdida. Armand se exilió en enero de 1939 al
perder la guerra civil. Durante dos años, 1939 y 1940, fue mandando cartas a su
mujer primero desde los campos de concentración del sur de Francia, luego desde
los campos de trabajo. Su rastro se pierde cuando Francia es invadida por
Alemania y los españoles republicanos son enviados a Mauthausen donde morirán
prácticamente todos. Con este material, Astudillo fabrica un artefacto
emocionante y tierno en el que la ficción de la lectura de las cartas se
entreteje con imágenes de archivo mientras nos va contando la historia de una
ausencia. Pero lo más interesante del resultado final es que acabamos sabiendo más
del ausente Armand, perdido en los paisajes de Francia, que de la propia
Soledad/Penélope. Es la voz de él la que escuchamos en sus cartas conservadas
con amor durante toda la vida, nunca la de ella, perdida como se han perdido
las cartas y las fotos que ella le enviaba a su remoto destino. La emoción que
se desprende de estas cartas es el cuerpo central de Canción a una dama en la sombra. Un prólogo presidido por estatuas
de mujeres solas, abandonadas, que esperan acompañadas de la voz y el relato
del Dolor de Marguerite Duras y un
epílogo filmado en la soledad y el silencio de las ruinas del campo de
Mauthausen, enmarcan estas cartas que son una lección de historia, de
pensamiento, de emoción y de vida.
DUO de Meritxell Colell
La película empieza mal, al menos
desde mi punto de vista. Una cámara en movimiento sigue a dos actores en un
escenario representando una historia que no consigo abarcar. Pero por suerte,
el film de Colell no sigue por ahí. Y pronto se abre a una road movie en los
Andes del norte de Argentina donde una pareja de actores en gira con un
espectáculo de danza se adentra entre pueblos perdidos conviviendo con los
indios de esas tierras. Los fragmentos casi documentales de esta convivencia son
lo mejor de una película que va de menos a más, que poco a poco nos va
envolviendo en la atmosfera fuera de la realidad de esas montañas donde la
Pachabamba preside el ritmo de la vida y en las que Mónica acabará por darse
cuenta de la inutilidad de la vida con su pareja. Con evocaciones de Con el viento, protagonizada por la
misma actriz Mónica García, este Duo
acaba desdoblándose en dos monólogos independientes. El de él, sumido en la
incomprensión del mundo que le rodea, el de ella, integrándose plenamente en
ese mundo que la rodea. Con preciosos fragmentos rodados en 8 mm y en digital,
la alternancia de los dos tipos de imágenes puntúa el relato de este cuento
andino.
HIT THE ROAD, Panah Panahi
De tal palo tal astilla. Los
hijos de los directores iraníes son tan buenos como sus padres. Hijo de Jafar
Panahi, Panah no se limita a seguir sus pasos. Con esta road movie de honda
raíz sufí, el nuevo director nos demuestra tener un mundo propio cercano a
Kiarostami en el uso del paisaje y las carreteras, pero alejado de su padre y
del propio Kiarostami en la historia de esta familia que emprende un viaje de
despedida a través del desierto y las montañas. La referencia a 2001 una odisea del espacio no es
fortuita. Ellos mismos están protagonizando una odisea en su paisaje, un viaje
que les llevará a la separación. La verborrea incontenible del hijo pequeño
contrasta con el silencio melancólico del hijo mayor; la quietud del padre con
su pierna escayolada complementa la vitalidad incansable de la madre. Juntos,
estos cuatro personajes metidos en la cabina de un coche que es casi como una
nave espacial, se adentran en un territorio de nostalgia (la música) de humor
(el hijo pequeño) de presente (la necesidad de escapar de un país que no les
deja respirar) y de futuro (el viaje astral del padre y el hijo pequeño).
Preciosa y entretenida, Hit the Road es el descubrimiento de un
director distinto al que vale la pena no perder de vista. La película se
estrena el próximo 13 de mayo.
LA ISLA DE BERGMAN, Mia Hansen-Love
La directora francesa Mia
Hansen-Love es una veterana de este festival en el que siempre ha tenido una
gran acogida. Su séptimo largometraje, La
isla de Bergman, es un film de círculos concéntricos entorno a la isla de
Faro, el espacio escogido por Bergman para vivir, escribir y rodar algunas de
sus más emblemáticas películas. En el centro de este mandala de rupturas y
reconciliaciones está el díptico sobre el matrimonio: Secretos de un matrimonio y Sarabande;
el segundo círculo es el del propio Bergman y sus mujeres con las que rompía
sin romper nunca del todo. El tercer círculo es el de Cris y Toni, la pareja de
cineastas que llega a la isla de Bergman con la intención de escribir sus
próximos proyectos mientras viven un momento de separación más intelectual que
emocional. A partir de ellos, mejor dicho de ella, se construye el cuarto
círculo, el de Amy y Joseph, los protagonistas de la ficción que escribe Cris y
ante la que se encuentra atascada sin saber qué final es el que le conviene a
esa historia de amor interrumpida siempre de una u otra manera. Y como colofón
de todos los círculos el de la propia Mia Hansen-Love y su compañero el
director de cine Olivier Assayas viviendo una separación que tiene ecos en
todas las anteriores. El fondo de arena de colores de este mandala de emociones
es la preciosa isla de Faro, convertida en un parque temático bergmaniano que
habría puesto los pelos de punta al director sueco. Un lugar idílico para crear
a su sombra y para evocar sus fantasmas.
THE SLEEPING NEGRO, Skinner Myers
¿Puede el racismo ejercerse en
sentido inverso? Si, puede. Racismo es lo que siente y provoca a su alrededor
este negro dormido respecto a los blancos, ya sea su novia, ya sea su jefe. No
estamos ante un personaje marginal, ni pobre, ni producto del gueto. El negro
sin nombre que interpreta el propio Myers se enfrenta a una sociedad llena de
contradicciones en la que se ve obligado a desahuciar una familia por que el
sobrino, republicano y votante de Trump a pesar de ser negro, no ha pagado las
cuotas de la hipoteca de su anciana tía. Pero el Hombre que duerme suspendido
en el aire, también debe enfrentarse a la contradicción de estar comprometido
con una chica blanca a la que en el fondo desprecia y envidia a partes iguales.
Un film enfadado dicen en su promoción, Yo añadiría, un film sobre la confusión
de un personaje que quiere comportarse como un modelo mental de lo que debe ser
un negro y que es incapaz de despertar a una realidad que no se ajusta a ese
modelo. Un film político en toda regla.
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