El horrible calor que estamos
padeciendo y su consecuencia trágica, los grandes incendios que queman nuestros
campos (cambio climático+ abandono y deterioro de los bosques+ construcciones
descontroladas de urbanizaciones+ visión urbanita ideologizada de lo que es y
debe ser la naturaleza) nos invita a no salir de casa. Y si se sale, hacerlo en
las horas menos penosas y buscando las sombras de los árboles (tampoco hay
muchos en esta Barcelona de obras y atascos). Y si se sale, uno de los pocos
refugios que nos quedan son las salas de cine que, mientras Putin y la guerra
lo permitan, siguen estando refrigeradas. Un repaso a la cartelera de este fin
de semana, me deja con estas opciones: Alcarrás,
Benediction, Cinco lobitos, Delante de ti, El leopardo de las nieves, Elvis,
Ennio, el maestro, Entre la vida y la muerte, La isla de Bergman, Tenéis que
venir a verla, Todo a la vez, en todas partes, Top Gun Maverick, Un escándalo
de estado. No está mal, ahora viene la odisea de saber donde la hacen y
sobre todo, a qué hora la hacen. Hay que construirse un puzle/agenda para poder
ver algunas de estas (o de otras) pelis que nos interesen y nos motiven a salir de casa un rato.
De todo lo que se ha estrenado
este viernes, no hay mucha cosa que me estimule o me despierta la curiosidad.
Por eso, ante la pregunta ¿de qué hablo esta semana?, he encontrado la respuesta
en dos películas que sin ser de las más recomendables (tampoco las menos
recomendables) me han permitido hacer un curioso juego de comparaciones. Estoy
hablando de las dos versiones de La
memoria del asesino.
Dos
versiones
La
memoria del asesino, Erik Van Looy, Bélgica 2003 Filmin
La memoria
de un asesino, Martin Campbell, USA 2022 estreno
Una es remake de la otra; una
es europea, la otra es americana; una es un thriller contenido y político, la
otra es un thriller de acción con denuncia de corrupción. La historia es la
misma y parte de una curiosa e interesante premisa: el alzhéimer alcanza a
todos, incluidos los asesinos a sueldo. Si para cualquiera es terrible padecer
esta enfermedad, para un sicario es una tragedia laboral de primer orden. En
ambas películas, los protagonistas son por un lado el asesino que olvida y por
otro los policías que le persiguen, en ambas hay malos muy malos con redes
extensas de influencia en la justicia y en el poder. Pero a partir de aquí, hay
muchas curiosas diferencias.
Por ejemplo:
-La película belga empieza con
una secuencia ambigua en la que descubrimos al policía que va a ser
protagonista principal. La película americana empieza con una secuencia que no
existe en la belga, donde conocemos al asesino en pleno ejercicio de su
profesión: matar.
-La película belga pasa en
Amberes, en la Bélgica flamenca. La película americana pasa en El Paso, ciudad cercana
a México. Ambas ciudades comparten ser frontera entre dos culturas,
francesa/flamenca, americana/mexicana.
-En la película belga hay dos
policías de la judicial, muy competentes y muy distintos entre sí. En la
película americana hay tres policías del FBI, el principal, una mujer que es su
colaboradora directa y un policía mexicano que los ayuda.
-En las dos el director del
departamento de policía, el fiscal general y el jefe de policía local son
personajes odiosos, corruptos y muy incompetentes.
-En la película belga, el malo
más malo es un Barón con cargos políticos que vive en un castillo y tiene un
hijo idiota. En la película americana, el malo más malo es una mala, una empresaria,
millonaria, muy ambiciosa y con un hijo idiota. Los dos tienen conexiones con
la droga, la prostitución de menores, la corrupción urbanística y
ramificaciones en la justicia y en la policía.
-En las dos, tanto el asesino
como el policía principal arrastran traumas. Uno de sus infancia, otro de una
injusticia cometida con el asesino de su mujer y su hijo.
-En las dos hay intermediarios
despreciables que reciben su merecido. Pero el final es muy distinto en una y
otra. No los voy a desvelar, pero si puedo decir que la europea tiene un final
europeo y la americana tiene un final americano.
Y eso me lleva a la conclusión
de este experimento de traducción de un cine a otro. El cine europeo es para
los americanos demasiado intelectual, incluso siendo la belga una película muy
americanizada, por eso necesitan traducirlo a su lenguaje cinematográfico con
otros códigos de acción y de reacción. La historia es la misma, la película no
es la misma.
Si tienen ganas hagan las
comparaciones. No son grandes films, pero entretienen y tienen muy buenos
actores: el asesino americano es Liam Neeson, el asesino belga es Jan Decleir.
El policía americano es Guy Pierce, el policía belga es Koen de Bouw. La mala
americana es Mónica Belucci, el malo belga es Jo de Meyers. Seguramente los
actores belgas no sean tan conocidos, pero son buenos. Los americanos no
necesitan presentación.
Solo una aclaración, la película
belga se puede ver en Filmin, pero está
doblada. Es una lástima que no dispongan de la versión original con subtítulos.
El regalo de esta semana es un cuadro que bien puede ser un mapa de la mente.
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