Una bonita mañana, de Mia Hansen Love.
Vi esta película de Mia Hansen Love en el Festival de San Sebastián. Me gustó mucho. En las notas del festival escribí: “Es una de las más bonitas películas de Mia Hansen Love. Se la reconoce en todo, pero es diferente. Habla de lo de siempre, familia, parejas, hijos, pero de una manera muy nueva. Sabe muy bien donde está el límite entre la sensiblería y la emoción. Me ha encantado.” Ahora se estrena en salas y puedo volver a ella. Quince años después de su primera película y con ocho largometrajes en una filmografía que es casi una autobiografía, Mia Hansen Love vuelve a contar una historia de hija y padre. En el camino recorrido entre Todo está perdonado y esta bonita mañana, la directora francesa ha ido madurando un estilo que nació relativamente mimético y tutelado por Olivier Assayas y que poco a poco se ha ido liberando y afianzando como algo personal. Que a Mia Hansen Love le gustan las familias es un hecho, que le interesan las historias de amor, también, que se inspira en su propia vida para contar sus films, es algo asumido por ella y por todos. Pero nunca hasta ahora había hecho un film tan limpio, tan transparente, tan poco contaminado por nada que no sea la pureza de los sentimientos expresados en esa bonita mañana en la que Sandra acepta que su padre ya nunca será lo que fue y que ella puede volver a sentir y a vivir un amor que le devuelva la ilusión. Porque Sandra, con los ojos y el rostro expresivo de Lea Seydoux, no solo es hija de un Pascal Gregory inmenso en la piel de ese profesor de filosofía perdido en la bruma de una enfermedad neurodegenerativa que cada día que pasa le aísla más y más del mundo que ha estudiado y explicado toda su vida y del que le separa una puerta que ya no sabe como abrir. Sandra es también madre de una niña que necesita que la miren y que la quieran y ella la mira y la quiere. Aun hay otra Sandra, la Sandra que se reencuentra con un viejo amigo con el que de repente se da cuenta que puede volver a amar y sentir. Todas estas Sandras, que son versiones de la propia Mia, caminan por París desde una bonita mañana de verano hasta una bonita mañana de invierno, sin caer nunca en la sensiblería pero llenando de emoción cada uno de los momentos que Sandra comparte con su padre, con su hija, con su amante. Tierna y emocionante, luminosa en la oscuridad de las pérdidas, Una bonita mañana es uno de esos films que reconcilian con el mundo y ayudan a encontrar un camino para enfrentarse a los problemas que la vida te plantea continuamente. Y lo hace con la ternura y la sensibilidad justas. De todos los adjetivos que la crítica ha utilizado al hablar de esta película me quedo con uno: Conmovedora.
(En Filmin se pueden recuperar seis películas de Mia Hansen Love: La isla de Bergman, El porvenir, Edén, Un amour de jeunesse, El padre de mis hijos, Todo está perdonado)
El
castigo, Matías Bize
No
es precisamente una bonita mañana la que viven Ana y Mateo en El castigo de Matias Bize. Más bien, se
encuentran sumergidos en una terrible tarde en la que van a enfrentar sus mas
escondidos demonios. Todo sucede en la misma hora y media que dura la película.
Todo se cuenta en un plano secuencia que no se separa nunca de los personajes.
La cámara de Gabriel Díaz, al que vale la pena citar por el esfuerzo de ese plano
secuencia, sigue sin dejar nunca a Ana y Mateo desde su primera discusión en el
coche, cuando aun no sabemos qué ha pasado, hasta esa catarsis final casi
bergmaniana en medio del bosque. Bize no los deja en ningún momento mientras
buscan a su hijo Lucas al que han abandonado unos minutos en el margen de un
bosque como castigo. Pero cuando vuelven atrás, Lucas ya no está. Durante una
hora y media lo buscarán ayudados por dos policías. Aunque en realidad lo que
encuentran no es tanto a su hijo sino una verdad dolorosa y muy difícil de
verbalizar. ¿Soy una buena mamá? se pregunta Ana y se contesta sí soy una buna
mamá, pero… El chileno Matías Bize es especialista en hacer películas inclasificables.
Su primer trabajo, Sábado, una película
en tiempo real, seguía a una novia a punto de casarse durante una hora, lo que duraba la
película. En la
cama, el film que le dio a conocer internacionalmente, encerraba a una
pareja en una habitación de hotel durante una noche sin salir de allí. Su
tercer trabajo también era una pareja, Lo
bueno de llorar, rodada en Barcelona en menos de una semana del año 2007,
era la historia de una ruptura hablada y paseada a lo largo de una noche por
las calles de la ciudad. Desde entonces, el director chileno ha seguido
explorando distintas parejas en distintos momentos de sus vidas, hasta llegar a
este castigo que se convierte en una especie de suma de toda su filmografía. El castigo se ve sin darte cuenta como
si estuvieras ahí, al lado de esos padres que buscan a su hijo. Pero duele en
lo más hondo gracias al guion que ha escrito Coral Cruz, sin nada que
sobre ni nada que falte, perfectamente pautado en los momentos explosivos y los
reflexivos y sobre todo gracias a la extraordinaria interpretación de una
actriz para mi desconocida, la chilena Antonia Zeguers, capaz de llenar de
humanidad un personaje y una actitud tan comprensible como difícil de aceptar.
Cuando en una película destacas la fotografía, el guión, la interpretación como
elementos fundamentales, quiere decir que estás ante un director que sabe sacar
partido de los materiales humanos con los que cuenta. Bize demuestra con este
castigo que está preparado para asumir cualquier reto.
(En Filmin se pueden recuperar cinco películas de Matías Bize:Sábado una película en tiempo real, En la cama, Lo bueno de llorar, La vida de los peces, La memoria del agua)
EL RINCÓN DE LA SERIES
J. K .Rowling es una escritora famosa, y rica, por ser la creadora de Harry Potter. Pero J.K Rowling es algo más que el niño mago. Bajo el pseudónimo de Robert Galbraith empezó a publicar una serie de novelas negras con un protagonista muy especial, el detective privado Cormoran Strike, un veterano de la guerra de Afganistán con una pierna ortopédica, seco, solitario, inteligente. Desde el 2013 en que apareció el primer libro, Rowling ha publicado seis novelas, la ultima en el 2022, cinco de las cuales han servido de base a esta serie de tres temporadas. Ambientada en Londres, la serie le debe mucho de su éxito a Tom Burke, un Cormoran casi granítico, siempre vestido con su eterno abrigo, callado y oscuro en su vida personal. Un detective privado digno sucesor del Philip Marlowe de Chandler y el San Spade de Hammett. Pero los tiempos han cambiado y ahora Cormoran tiene que aceptar la ayuda imprescindible de Robin, la pelirroja Hollyday Granger, una mujer nacida para ser investigadora (no policía) con la que establece una relación extraña de dependencia, amistad, solidaridad y complicidad. La primera temporada cuenta tres casos autónomos que adaptan los tres primeros libros de la serie. La segunda se centra en un solo caso, igual que la tercera que adapta el quinto libro de Rowling. Si algo distingue esta serie británica de otras con protagonistas parecidos es por un lado, la compleja personalidad de Cormoran y por otro el estar centrada en explicar las vueltas y revueltas de las investigaciones siempre complicadas y con muchas ramificaciones. Sin olvidar la vida personal de Cormoran y Robin que atraviesa transversalmente las tres temporadas. A mí me ha gustado mucho, pero cada cual es cada cual y se de gente a la que no le ha interesado nada.
El
regalo de esta semana es un bosque donde se podría perder Lucas
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