Esta es la entrada 901 del
blog, son un montón, catorce años de cine, toda una vida. Estoy contenta de
seguir al pie del ordenador cada semana, me hace sentir bien saber que dejó
constancia de algunas películas, libros, cosas que me gustan. Y que dejo el recuerdo
de muchos amigos que se han ido en estos años. Para celebrar la entrada 901
recupero una película que debía estar en la entrada 900: Los asesinos de la luna, de Martin Scorsese.
(el paisaje que fue la
perdición de los indios Osage)
Los asesinos de la luna, Martín Scorsese
Por fin he visto Los asesinos de la luna. Y menos mal que
la he visto, porque hacía mucho tiempo que no veía una película de Scorsese que
me gustara de verdad. La película dura mucho, pero es un mucho que se hace
corto. Pienso ¿por qué se me ha hecho
corta una película de 3 horas y 25 minutos? La única respuesta que encuentro es,
porque me he dejado sumergir en el ritmo y la cadencia de sus imágenes, de sus
silencios, de sus palabras cantadas y habladas en un idioma que desconozco. Se
ha hablado mucho de la historia en las críticas y crónicas sobre el film: la sistemática
eliminación de los indios Osage en su reserva de Oklahoma cuando se descubrió
que sus tierras eran enormes y ricos yacimientos de petróleo. A los indios se
les eliminaba por cualquier cosa en el primitivo país en construcción del siglo
XIX. Pero que eso siguiera sucediendo en los años veinte del siglo XX es algo
menos conocido. Quizás por eso, Scorsese cuenta este asesinato colectivo de la
luna y el sol de una manera callada, escondida, sin que se note. Estamos muy
lejos del ritmo frenético de sus films sobre la mafia, muy lejos de la
violencia coreográfica de Casino o Uno de los nuestros. Aquí se mata en
silencio, de uno en uno, sin que lo veamos o lo veamos en plano general, de
lejos Porque lo que cuenta, lo que importa es esa mujer que es el centro de la película
y de la historia, Molly, es decir Lily Gladstone. Molly es el puente entre los
asesinos y los indios, ella es la única capaz de resistir a esa barbarie
soterrada gracias a su amor incondicional por Ernest, un ser desvalido y sin
personalidad al que un Leonardo di Caprio, mayor, cansado, envejecido, presta
una presencia cargada de remordimientos. Porque Molly y Ernest se quieren de
verdad. Pero la figura de William Hale, The King Robert de Niro, los controla y
los manipula, a él siempre, a ella, menos. Todo sucede en unos paisajes horizontales
donde las torres de petróleo rompen la armonía de unas tierras que fueron la
perdición de la nación Osage. Scorsese ha hecho un film rio, un anti western
crepuscular, una película que puede ser su testamento aunque aun haga otras. Scorsese
tiene 80 años, es más lento, es más reflexivo, es más cauto. Pero también es más
sabio al canalizar esa lentitud esa reflexión y esa cautela en una historia que
contada por él hace treinta años, habría sido de una violencia insoportable. Los asesinos de la luna ha llegado en el
momento justo de su vida. Perfecto.
La contadora de películas, de Lone Scherfig
¿Cómo contaría María Margarita
la película de Scorsese? Me habría gustado escucharla en sus palabras, en sus
evocaciones. ¿Cómo contaría esa historia de amor entre Molly y Ernest
corrompida por la maldad de William Hale? Supongo que sería tan apasionante
como las que cuenta en esta curiosa y bonita película. Curiosa porque La contadora de películas es la suma de
una serie de elementos que, a priori, podríamos pensar que no encajan. Una
novela chilena de Hernán
Rivera Letelier, publicada en el 2009; un guión escrito o compartido entre Walter Salles, Isabel Coixet y
Rafa Russo; una directora danesa de trayectoria internacional y sensibilidad
para otras culturas, Lone Scherfig; una productora española, A Contracorriente,
como motor de una coproducción entre Francia, España y Chile; un elenco de
actores variado que reúne a Bérénice Bejo con Antonio de la Torre y Daniel
Brühl, a los que hay que sumar dos excelentes actrices chilenas, Sara Becker y
Alondra Valenzuela. ¿Podía salir algo de este americoeuropudding? Pues sí, ha salido un cuento muy chileno,
arraigado en la zona salitrera y minera del desierto de Atacama muy combativa
en los años sesenta y setenta del siglo pasado y ahora prácticamente una ruina
turística. Es en este lugar donde vive la familia de Medardo, un minero
condenado a una silla de ruedas tras un accidente, con su mujer, la hermosa
María Magnolia y sus cinco hijos, entre los que está María Margarita, la
contadora de películas. Sin olvidarse de las pinceladas necesarias para
entender las luchas mineras y la represión pinochetista, pero sin caer en
ningún miserabilismo ni militancia de ninguna clase, el film transcurre entre
películas que va contando María Margarita a un público entregado que las
disfruta tanto o más que viéndolas en el cine. Son estas películas,
cuidadosamente seleccionadas, las que van puntuando la historia, acompañándola
en cierto modo. Musicales, westerns,
melodramas, cine épico. María Margarita se atreve con todo. Y Lone
Scherfig también.
EL RINCÓN DE LAS SERIES
Un asunto privado, Amazon Prime Video
Vuelvo a mi Rincón de las series para rescatar una
serie estrenada el año pasado en Amazon Prime, Un asunto privado. No es una serie importante, no es una serie con
mensaje de ningún tipo, no es una serie memorable, pero si es una serie muy
divertida, entretenida, vital y llena de humor y despropósitos. Mas que una
serie es un comic en imagen, un comic de súper heroína imposible, Marina
Quiroga, una rica y coqueta joven de la alta sociedad gallega en los años
cuarenta del siglo pasado, metida a detective con la impecable e imprescindible
ayuda de su fiel mayordomo francés Héctor. Juntos, Marina y Héctor,
desentrañaran una tenebrosa cadena de asesinatos perpetrados por el misterioso
Asesino de la Flor de Lis. Entre sustos, acrobacias, escapadas inverosímiles,
bueno todo es inverosímil, apariciones fulgurantes de Ángela Molina como una
madre ligeramente alcoholizada y dos galanes que se complementan en su torpeza
y en su devoción por Marina, la serie transcurre alegremente de salto en salto,
de disfraz en disfraz, de situaciones absurdas en situaciones absurdas,
tramadas por una Aura Garrido graciosa y divertida y un Jean Reno perfecto como
el observador mayordomo Héctor. Y cuando se acaban los 8 episodios, te dices,
“bueno, he pasado un rato muy agradable” y tal como está el mundo, créanme que esto,
ya es mucho. Por cierto, no querría olvidarme de uno de los mayores atractivos
de la serie; sus títulos de crédito, pequeñas piezas de animación, diferentes
en cada episodio, que resumen lo que va a pasar de una manera gráfica y muy
bonita. Son obra de Monografo Estudio y de verdad que vale la pena fijarse en
ellos y verlos con detenimiento. Creo que con este tintinesco dibujo de línea
clara y colorida, este estudio podría
arriesgarse a hacer un largo de animación con estos mismos personajes. Dan mucho juego.
(este es el enlace a las presentaciones
de la serie en la página web del estudio:
https://monografoestudio.com/un-asunto-privado)
El regalo de la semana podría
ser una contadora de películas.
Felicitats, Nuria! Fa anys que et llegeixo, que em guies i que formes part dels meus diumenges.
ResponderEliminarJo també fa anys que et llegeixo, cada dissabte, impacient per saber què en penses de les pel·lícules que s'estrenen. Per a mi ets un referent i per això vull fer-te arribar la meva felicitació més sincera.
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