El nexo común de las pelis de
esta semana es La Incorrección. Claro que son incorrecciones muy distintas y
con consecuencias muy diferentes.
De
las películas incorrectas estrenadas, la que más me gusta es
La estrella azul, de
Javier Macipe
La vi en San Sebastián sin saber que
iba a ver, la mejor manera de ver una película. (A veces siento que dificulto
el descubrimiento de un film interesante por hablar de él en este blog. Pero,
si no hablo ¿lo verá alguien en el marasmo de los estrenos? En fin viviré con
esa contradicción).
La estrella azul es un biopic anómalo de un cantante más anómalo
aún. Macipe uno de los raros directores aragoneses, recuerda la historia de Mauricio,
un rockero de los 90 que busca recuperar su vida en un viaje por el norte de
Argentina donde conoce a Don Carlos un viejo músico chacarero que le devuelve
no solo la energía y las ganas de vivir, sino la música. Pero una cosa es la
pampa y otra la Zaragoza de los 90. Música, vida, alegría, tristeza. “No vamos
hacia la muerte, la muerte viene hacia nosotros”, dice el sabio chacarero. Macipe no oculta que está contando una
historia (real o parte real, parte inventada), pero la película, el viaje de Mauricio en esa
Argentina ignota y lejana, poco a poco va ganando presencia sobre el simple
biopic, por eso digo que es anómalo y acaba siendo la maravillosa historia de
una amistad imposible, una relación de enseñanzas mutuas, un salvavidas para
las dos partes del dúo musical y humano que integran Mauricio y Don Carlos.
“Bella, contenida, dolorosa, intimista” decía Begoña del Teso en el Diario
Vasco. Suscribo los cuatro adjetivos y añado dos: divertida y melancólica. Una
delicia y una sorpresa.
De
las películas incorrectas estrenadas, la que más me divierte es
Políticamente incorrectos, de Arantxa Echavarría
No se dejen intimidar por el
título ni por el cartel. Esta comedia política de rabiosa actualidad es una
divertida comedia de enredo y guerra de sexos, ambientada durante una campaña
electoral en la que se enfrentan con todas las malas artes posibles los
partidos Nueva Izquierda y España Liberal, uno rojo, otro azul, a través de la
atracción/odio que sienten los becarios de ambas formaciones, Laura y Pablo.
Una de las pruebas de que una comedia funciona es no mirar nunca el reloj para
ver cuánto falta. Otra es darte cuenta de que, por muy previsible que sea todo,
por muy poco incorrectos que acaben siendo este par de pardillos, te ríes con
ganas en algunos momentos. Las dos cosas me pasaron con este tercer film de
Arantxa Echevarría, la única directora de cine en España que ha hecho tres
películas, y ya rueda la cuarta, en cinco años. Todo un récord¡¡¡ Y además
tiene una última secuencia (entre los créditos finales) donde la gran Elena Irureta
da una lección que es toda una declaración de intenciones.
De
las películas incorrectas estrenadas, la que me ha decepcionado un poquito es
Secretos de un escándalo, de Todd Haynes
Siempre me ha gustado Todd
Haynes, unas veces más otras veces menos, pero siempre tiene algo interesante. También
lo encuentro en estos Secretos de un
escándalo. Basada en una historia real, el guión de Samy Burch no pretende
ser una recreación del caso de la maestra de 34 años que mantuvo relaciones con
un alumno de 12 años con el que acabó casándose cuando él tenía 21 y ya
compartían varios hijos. Lejos de ser un típico caso de “basado en hechos
reales”, Secretos de un escándalo se
acerca a este tema desde el presente perturbador de la pareja que ve su vida
familiar alterada al llegar al hogar una estrella de Hollywood que va a
interpretar a la maestra en un film que recrea su historia. Este juego de
espejos: realidad/ficción de la película de Haynes/ficción de la película que
se prepara en la película de Haynes, funciona unas veces pero otras se presta a
la confusión. Hay que agradecerle a Haynes dos cosas Una, que no caiga nunca en
una lectura moralizante de una relación considerada delito, pero realmente
profunda; dos que cree un fenómeno de identificación muy bergmaniano entre el
personaje de Julianne Moore Grace, la maestra y Nathalie Portman, Elizabeth, la
actriz. Pensando en el film, creo que lo que me produce esta ligera decepción
es el personaje de Joe, más que porque el actor no acabe de gustarme, por los
pocos matices que encuentro en él. Me cuesta entender que alguien como Julianne
Moore esté enamorada de ese Joe que hace Charles Melton. “Desasosegante,
turbadora, perturbadora, deslumbrante, provocadora”, son algunos de las cosas
que se han escrito sobre este film. Las comparto todas, pero eso no impide mi
pequeña decepción.
Cine
Quinqui, una reivindicación
Si hay algún cine incorrecto es
sin duda el Cine Quinqui de los setenta. Incorrecto por sus personajes,
incorrecto por su lenguaje cinematográfico, incorrecto por su retrato de unos
años y una sociedad en transformación. El
Cine Quinqui merece una revisión sin gafas moralistas, libre de
prejuicios y con una mirada que lo contextualice y lo traiga a nuestros días.
Porque si los quinquis no estaban solo en el Barrio de la Mina de Barcelona,
tampoco es cierto que ahora no haya quinquis. Han cambiado los lugares, han
cambiado los personajes, pero la marginación y el abandono sigue presente en
otras formas. Esto lo he podido comprobar gracias al encargo de la Academia de
Cinema Catalá dentro del programa de Recuperación del Patrimonio
Cinematográfico. Cuando decidimos explorar el cine quinqui de los setenta a
partir de la saga de los perros callejeros de José Antonio de la Loma, nos
llevamos varias sorpresas y encontramos ciertos paralelismos con otras
películas, aparentemente alejadas de ese género. Últimas tardes con Teresa, Perros callejeros I y II, Yo, el Vaquilla, Fanny Pelopaja y Las Leyes de la frontera trazan un
recorrido que nos permite reconocer que queda y como se ha trasnformado ese
mundo. De todo esto se hablará en "Els quinquis i la representació de
les perifèries urbanes al cinema català”,
una mesa redonda que tendrá lugar el miércoles 28 de febrero a las
18.30 en el Auditorio Borradas de Hospitalet de Llobregat. Los que quieran y
puedan, están invitados.
El regalo de esta semana tenía
que ser algo incorrecto, pero en la pintura de Ramon no hay nada de
incorrección, así que he decidido poner un cuadro que me gusta porque si.
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