Esta semana hay muchas películas para recomendar, pero no son todas iguales
Si lo que se busca es una
película llena de emoción pero no de sentimentalismo, la elección es Tótem, de Lila Avilés; si lo que te pide
el cuerpo es una película gamberra y divertida, sin duda hay que ir a ver Dos chicas a la fuga, de Ethan Cohen; si
por el contrario lo que se quiere es ver una película que se atrevió hace
muchos años, casi cincuenta, a poner en escena una violación desde una
perspectiva absolutamente novedosa, la escogida debe ser Not a Pretty Picture, de Martha Coolidge; y si lo que más te
apetece es ver un gran espectáculo, con historia de amor y mesianismo, Dune: Parte 2 de Denis Villeneuve, es la
mejor elección. Que cada uno escoja según su estado de ánimo, a mi me gustan
mucho las cuatro.
(yo también tengo un tótem)
Tótem de Lila Avilés
La directora mexicana Lila
Avilés llamó la atención hace unos años con una película inclasificable, La camarista, en la que se mostraba la
vida cotidiana de las camareras de hotel. Con su segundo trabajo, Lila Avilés
vuelve a demostrar su gusto por los espacios cerrados y únicos en los que puede
observar cómo se comporta un pequeño microcosmos. En este caso, una casa
familiar de clase media intelectual mexicana donde se prepara una fiesta sorpresa.
A esa casa en ebullición llega una mañana Sol, una niña de siete años que se
dedicará a observar calladamente el mundo que le rodea. Sol mira a los animales
humanos que son sus tías, sus primos, su abuelo, y a los animales totémicos con
los que se encuentra en el jardín y la casa, caracoles, insectos, perros,
pájaros. Mientras ella va descubriendo poco a poco los entresijos de esa
familia, nosotros vamos descubriendo los entresijos de una sociedad, la
mexicana de clase media, en crisis permanente como espejo de la crisis
colectiva que se vive en el país. Esta es uno de los elementos más estimulantes
de Lila Avilés, su capacidad de, a través de historias pequeñas y concretas, hacer
una radiografía colectiva del México de ahora mismo. Pero en la introducción he
dicho que esta era una película llena de emoción y lo es porque la mirada de
Sol la llevará hasta la misteriosa habitación de su padre, Tona, para el que se
está organizando la fiesta sorpresa. Y allí en esa penumbra se consuma una
dolorosa despedida, culminación de un día luminoso y agitado y una noche,
estrellada y melancólica. Un film estupendo.
Dos chicas a la fuga, Ethan Cohen
Ethan Cohen es una de las
mitades de los Hermanos Coen. Cuando su hermano Joel, decidió hacer otro tipo
de cine, Ethan buscó una nueva colaboración y la encontró en su mujer Tricia
Cooke, con la que ha escrito Dos chicas a
la fuga, una comedia de felicidad lésbica con toques del humor más típico de
los Cohen. Ambientada en los años 90, aunque más parece una película
psicodélica de los 70, con homenajes a Russ Meyer incluído, la historia es la
de dos amigas muy diferentes que deciden hacer un viaje juntas a Florida para
salir de la aburrida Filadelfia donde viven. Lo que no podían imaginar Jamie y
Marian es que en el coche de alquiler que les han dado se esconde un maletín
muy buscado por un grupo de maleantes. El viaje es una alocada persecución
punteada por encuentros con distintos personajes en la que las chicas van
aprendiendo dos cosas: que la vida puede ser muy excitante y que en el fondo se
quieren con locura. Sin un átomo de moralismo, con diálogos brillantes, y una
alegría y felicidad flotando sobre ellas, Dos chicas a la fuga es una
celebración del lesbianismo que haría un gran programa doble con La amiga de mi amiga de Zaida Carmona.
La película es un gran divertimento
clásico en su planteamiento. Por eso funciona tan bien.
Not a Pretty Picture, Martha Coolidge
Lo primero que hay que decir
de esta película es que está rodada en 1976. Lo segundo es que ha permanecido
olvidada hasta ahora mismo. Lo tercero es que tanto lo que cuenta, como la
manera de contarlo, son de una modernidad absoluta. No sé si en estos tiempos
de corrección política alguien se atrevería a contar una violación como lo hace
Martha Coolidge. Not a Pretty Picture
es casi un documental de cine en el cine, lo que vemos es el rodaje de una
película, la que una directora, la propia Martha Coolidge, está rodando con un
grupo de actores amigos sobre la violación que sufrió cuando tenía 16 años. Es
esta mirada de la directora sobre la representación de un episodio doloroso de
su adolescencia la que marca el ritmo de la interpretación de los actores.
Después de una secuencia en un coche, donde ya se siente la tensión entre Curly,
un guapo chico de veinte años, y la adolescente Martha, la acción se encierra
en un destartalado apartamento donde se consumará una relación que la joven
vive como una violación, pero que no tiene ninguno de los componentes sórdidos
de este tipo de acciones. Es precisamente eso lo que hace que el actor que da
vida a Curly, sea el que peor lleva la representación al reconocer en su
comportamiento rasgos tanto de sí mismo, como de amigos suyos; y es lo que hace
también que la directora sienta en algún momento que no podrá soportar revivir
aquello por mucha distancia que haya en un rodaje. La recuperación de este film,
que en su momento prácticamente no tuvo distribución, se ha logrado gracias a
la restauración impulsada por Martin Scorsese y George Lucas a través de sus
fundaciones. Pero fue la selección de Céline Sciamma en el Berlín del 2023, la
que puso en circulación este interesante y necesario film. Not a Pretty Picture es una película imprescindible para intentar
entender el famoso Sí es Sí.
Dune parte 2, Denise Villeneuve
Recupero un fragmento de lo
que escribí cuando se estrenó la primera parte de Dune: “El Dune de
Villeneuve es magnífico. El director de un film como La llegada,
tan afín y cercano en tantas cosas a este Dune post lynchiano,
y de la revisión y puesta al día de Blade Runner en la fría y
cibernética Blade Runner 2049, se ha enfrentado a la saga de Frank Herbert
desde una perspectiva del siglo XXI. ¿Y esto qué quiere decir? Quiere decir que
ha conseguido transformar en una historia absolutamente contemporánea lo que
era una aventura mística sobre el poder de la droga y el control de las
materias primas, representados en la especia, el polvo del desierto que permite
los viajes intergalácticos al mismo tiempo que expande la mente. En este Dune 2021,
la especia simboliza esos metales raros y escasos, indispensables para el
funcionamiento de un mundo digital post nuclear; las mujeres, Jessica, la madre
de Paul, y Chani, la joven Fremen, son el elemento cohesionador del destino del
héroe, Paul Atreides; la revuelta de los Fremen, los hombres libres de Arrakis,
se puede entender como la lucha por un entorno más justo y equilibrado con la
naturaleza. En lo que coinciden tanto las novelas, como el Dune de
Lynch y el Dune de Villeneuve, es en el valor del agua como el
único elemento realmente indispensable para la vida. El misticismo y la épica
de la tragedia de Dune anuncia el nacimiento de una nueva era
(no la del COVID): la era del agua. El fascinante desierto de Arrakis esconde
un tesoro, la especia custodiada por los gusanos de arena que cabalgan los
Fremen. Pero su auténtico valor es el del agua. No hay especia más importante
que esa. Paul Atreides lo sabe, lo saben los Fremen y lo sabemos todos.” El
agua, efectivamente, es lo más importante para la vida en Arrakis, y en
Barcelona y en cualquier sitio. Por eso Paul anuncia un Paraíso Verde. Bueno
Paul no exactamente. Porque una de las cosas más interesantes de esta segunda
parte son los muchos Paul que hay en Paul, cuando se convierte primero en
Muad’dib, guerrero fremen y luego en Mahdi, el Mesías que les llevará al
paraíso, renunciando en este tránsito al amor de Chani. Más espectacular y
hermosa que la primera, el desierto de Arrakis deslumbra en su terrible soledad
surcada por los enormes gusanos de arena que cabalgan los fremen, donde se
libra la gran batalla contra los Harkonen al servicio del Emperador. Entiendo
que haya mucha gente que sin haber leído nunca los libros de Frank Herbert
siente que esta historia ya la ha visto mil veces. Pero hay que tener en cuenta
que cuando se publicó la Trilogía de Dune, en los años sesenta, aun no había
aparecido la Saga de las Galaxias y todas sus derivadas. De todos modos, no
hace falta conocer la historia literaria, lo que si recomiendo es revisar la Dune del 2021 para enlazar todos los
personajes, las tramas y el destino de Paul- Muad’dib- Mahdi. Y dejarse llevar
por las dunas del desierto, la especia y el agua.
El regalo de esta semana es un
tótem de Ramon
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