(si quieren saber porque pongo esta ilustración, sigan
leyendo)
Chicos y chicas.
Estos son los protagonistas principales de dos de las películas mas
destacadas de la semana.
Los chicos de Cesc
Gay ; las chicas de Whit Stillman.
Empecemos por ellos. Una
pistola en cada mano es la nueva incursión en esa especie de radiografía
amable sobre su generación que Cesc
Gay , con la complicidad de Tomas Aragay en el guión y Marta
Esteban en la producción, lleva haciendo desde su película En la ciudad. Sus personajes crecen muy poco a poco y siguen arrastrando los mismos
problemas de aceptación del mundo en el que viven. Pero la crisis ha hecho acto
de presencia en su cine, la crisis y la cercanía de los 50 años mas que la
lejanía de los 40. Hay que entender que ya no podemos seguir haciendo el tonto.
Ellos, porque ellas, hace tiempo que comprendieron el mensaje. Pero de todos
modos de esta película coral quiero comentar solo una cosa que me ha llamado la atención. En mas de una
crítica de la película he leído que el final remite al final de En la ciudad. Y me he quedado un poco perpleja. Porque no hay
finales mas distintos que los de aquella historia de amistades que se rompían,
quizás para siempre, alrededor de una mesa, que el de esta historia en la que
lo que vemos es la recomposición de amistades, ni siquiera intuidas a lo largo
de la película y que, sin duda, son el punto de partida para empezara a
entender la situación en que estos hombrecitos se encuentran. Que ambas
películas terminen alrededor de una mesa no demuestra mas que una cosa: a los
personajes de Cesc les encanta cocinar, comer y beber. Nada más.
En cuanto a las chicas de Stillman, estas damiselas de
espíritu dandy que viven en un tiempo sin datar, de tonos pasteles, vestidos
acampanados y bailes de claqué, lo único que puedo decir es que me gusta mucho.
Damsels
in Distress es una rareza absoluta que no responde a ninguna moda ni
a ninguna tendencia, es lo mas alejado que uno pueda imaginarse de una película
de universitarios, ya sea versión comedia basura, ya sea versión intelectual. Damiselas es un film intemporal con un
humor inglés, (se ha citado a P.G.Wodehouse como posible influencia) que sin
embargo escapa a cualquier reduccionismo. Mientras la veía, me venían a la
cabeza dos ideas. Una, las imágenes de Querida Wendy de Thomas Vinterberg, otro
film extraño sobre la adolescencia; dos, el libro La feria de las vanidades, de William Thackeray, una novela
folletinesca publicada en 1847 que sigue siendo absolutamente recomendable.
Como esta película. No tengan miedo y
atrévanse a pasárselo bien con Violet y sus damiselas.
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