(este precioso cuadro de Ramón es el primero de la serie La corona d'un re donatore)
Cuando se
estrenó Un asunto real en el festival
de Berlín del 2012, escribí este texto que suscribo plenamente ahora, que llega
a nuestras pantallas.
“Es curioso. No
tenia ni idea de que casi al mismo tiempo que en España se producía el Motín de
Esquilache en 1766, en Dinamarca sucedía algo muy parecido en 1772. En Madrid,
el pueblo se levantó en armas contra las medidas de modernización, salubridad y
lucha contra la inseguridad del ministro del rey Esquilache consideradas un
atentado a las tradiciones propias de nuestra raza. Esquilache era un italiano
en la corte del rey Carlos III. El doctor Johann Friedrich Struensee era un
alemán en la corte del rey Cristian VII que intento hacer lo mismo en
Dinamarca. Modernizar el país, introducir medidas de salud y de limpieza,
extender la educación y abolir la censura. Ideas tanto las de Esquilache como las
de Struensee, surgidas del Siglo de las Luces. En ambos casos, el pueblo, manipulado
por las fuerzas más reaccionarias de la iglesia y la nobleza, consiguieron acabar
con esas medidas, expulsando o asesinando a sus impulsores y devolviendo a
ambos países a la más profunda tiniebla del atraso. Ambas revueltas son la
prueba de que no siempre los movimientos populares son de carácter progresista”.
La casualidad
ha querido que esta misma semana haya visto una magnífica serie inglesa llamada House of Cards, Casa de naipes, (el
remake americano está a punto de estrenarse) que es particularmente interesante
para entender como funciona EL PODER. Un poder que no duda en derribar un
primer ministro con las artes mas sucias que se puedan imaginar para
instaurarse de forma absolutista; o que en su segunda temporada planta cara a
un rey demasiado progresista, al que con
intrigas despreciables que utilizan todo tipo de trampas, consigue hacer abdicar
para colocar en su lugar un personaje marioneta manjeado por los que se
consideran dueños del país, del estado, de la nación.
Búsquenla, está
en Filmin. Es de 1990, pero su actualidad en este momento de intrigas asesinas
dentro de los partidos, espionajes varios, escándalos de todo tipo,
corrupciones, cortinas de humo soberanistas y antisoberanistas, es
absolutamente incuestionable.
Y acabo esta
entrada con una pregunta que me hacía hace unos días. ¿A quién beneficia todo
lo que está pasando? Casa de naipes y
Un asunto real, dan algunas pistas.
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