jueves, 9 de enero de 2014

PEQUEÑOS APUNTES DE CUATRO PELICULAS


     

A propósito de Llewyn Davis, de los hermanos Coen.
Ulises vuelve a casa tras  irse a la guerra. Un Ulises dorado y con bigotes que de alguna manera representa al personaje de Llewyn Davis y su periplo invernal en busca de una Itaca perdida. Precioso film  de los Coen, tan dorado como sus gatos y tan ronroneante como ellos. Y como ellos, tan imprevisible y hermoso. (Me pregunto de donde sacaron un gato tan tranquilo. Yo no me imagino en el metro con mi gata negra. Ni tampoco con la rubia que sostengo en brazos).

Agosto, de John Wells
Si ya en teatro resultaba excesiva, en cine esta película gritona es bastante insoportable. Como me decía una amiga mía: para familias que gritan ya tenemos las nuestras. Melodrama sureño de incestos y abusos, le falta un poco de rojo. El rojo de Minnelli en films memorables como Con él llegó el escándalo, por ejemplo. Lo mas divertido de esta película es que la obra de teatro esté escrita por un señor que es actor y que se ha ganado el odio de los seriófilos que siguen Homeland: es el senador que ocupa el lugar de Saul al frente de la CIA.


The Grandmaster, Wong Kar Wai
¡Cómo les gusta a los directores chinos esto del kung fu y las artes marciales! En cuanto pueden, hacen una de saltarines. Ballet puro mas que pelea, acaba cargando un poco tanta repetición de los mismos rituales. Tony Leung se ha hecho mayor y Ziyi Zhang está igual de guapa. Pero no puedo remediarlo. A mi me gusta mas el Wong Kar Wai de Deseando amar.

Pensé que iba a haber fiesta, de Victoria Galardi
Dos amigas, un ex marido, una casa con piscina. Un fin de año y mucho calor. No necesita mucho Galardi para montar un drama de celos y amistad. Elena Anaya y Valeria Bertuccelli son las dos mariposas dándose golpes contra el pote de vidrio intentando escapar de esa claustrofóbica situación.  


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