sábado, 1 de noviembre de 2014

FLORES PARA JORDI SAVALL





Cuando Loreak se estrenó en el festival de San Sebastián escribí unas líneas sobre estas flores tan especiales que ahora amplio un poco. Loreak es una historia de amor, también de amistad y mucho de ignorancias. El amor callado de un hombre por una mujer a la que le regala flores; la amistad entre dos mujeres unidas por una ausencia; la ignorancia sobre lo que de verdad piensan y sienten gentes que están viviendo a nuestro lado. Rodada en un San Sebastián escondido, lejos del mar, este film  delicado y al mismo tiempo oscuro es un excelente retrato de sentimientos contado con muy poco.

Loreak, quiere decir Flores en euskera y un gran ramo de flores es lo que me gustaría regalarle a Jordi Savall por su renuncia al Premio Nacional de Música 2014. Los tres últimos párrafos de su carta al Ministro Wert son ejemplares:

“La ignorancia y la amnesia son el fin de toda civilización, ya que sin educación no hay arte y sin memoria no hay justicia. No podemos permitir que la ignorancia y la falta de conciencia del valor de la cultura de los responsables de las más altas instancias del gobierno de España, erosionen impunemente el arduo trabajo de tantos músicos, actores, bailarines, cineastas, escritores y artistas plásticos que detentan el verdadero estandarte de la Cultura y que no merecen sin duda alguna el trato que padecen, pues son los verdaderos protagonistas de la identidad cultural de este país.

Por todo ello, y con profunda tristeza, le reitero mi renuncia al Premio Nacional de Música 2014, esperando que este sacrificio sea comprendido como un acto revulsivo en defensa de la dignidad de los artistas y pueda, quizás, servir de reflexión para imaginar y construir un futuro más esperanzador para nuestros jóvenes.

Creo, como decía Dostoievski, que la Belleza salvará al mundo, pero para ello es necesario poder vivir con dignidad y tener acceso a la Educación y a la Cultura.”

Esta renuncia es un acto de valentía y de dignidad. Es cierto que no todo el mundo podría asumirlo. Pienso por ejemplo en los compañeros de Sandra en Dos días y una noche, donde para algunos renunciar al dinero extra es realmente imposible, aunque quisieran. Creo que muchos otros creadores han aceptado el premio compartiendo la indignación de Savall, pero forzados por las circunstancias. Por eso agradezco doblemente su gesto. No es fácil renunciar a ese dinero y menos en estos tiempos donde los trabajos relacionados con la Cultura se han convertido en el último eslabón de la cadena laboral. Cultura (música, cine, artes plásticas, danza, teatro, literatura) es algo que para nuestros actuales dirigentes no existe. Mejor dicho no merece existir, que es peor.
Pero creo que este problema viene de mucho más atrás. Viene de una falta de sensibilidad heredada que no entiende lo que significa la palabra Cultura. Una sensibilidad que solo la ha aceptado como servilismo al poder, o como elemento para la manipulación, o en el mejor de los casos, como una excentricidad. La Cultura en España nunca se ha protegido. Ni desde el poder, ni desde la sociedad.
Al contrario de otras burguesías europeas, francesa, alemana o italiana, nuestra burguesía nunca se ha preocupado de la Cultura. Nunca la ha entendido y mucho menos apoyado. O era un espacio de ostentación (Liceo o Teatro de la Zarzuela) o era un elemento de pura demostración de poder. Nunca ha habido un apoyo real y sobre todo, nunca ha habido un reconocimiento colectivo del trabajo que se hace a pesar de todos los impedimentos.
Por eso la renuncia de Jordi Savall me parece importante. Porque pone el dedo en la llaga. No es solo el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte del gobierno Rajoy el que menosprecia a la Cultura. Lo era el de Zapatero, lo era el de Aznar, lo era el de Felipe González. Y lo han sido y mucho todos los gobiernos convergentes y tripartitos de Catalunya donde la cultura se entendía como sumisión a un concepto ideológico y nacionalista. Y si no estabas en ese camino, no existías.
Así que Loreak/Flores para Savall. Y gracias, muchas gracias.

2
Un recordatorio. Ayer se estrenó La sal de la tierra. Si están en Barcelona o cerca de Barcelona, en la Caixa Forum han inaugurado una gran exposición de fotos de Sebastiao Salgado que complementan perfectamente el documental. Vale la pena verla.




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