(las
montañas de Ramon le gustarían a José Díaz)
Paisaje
de montaña: 100 días de soledad
Si
entendemos la soledad como la ausencia de compañía humana, de relaciones con
personas, lo que vivió José Díaz en la cabaña del Parque de Redes en Asturias,
es soledad. Pero si la entendemos de una manera más amplia, no podemos decir
que Díaz estuviera solo en su experimento vital. Un caballo, seis gallinas, corzos,
ciervos, zorros, árboles, plantas,
flores, nieve. Todo eso lo tenía a su lado, acompañándole. Y también le
acompañaba la tecnología con cinco cámaras, una de ellas en un dron que filma
imágenes espectaculares, que le sirvieron para documentar esta aventura del
pensamiento, del cuerpo y del cine. Porque las tres cosas entran en juego en
este experimento que le llevó a vivir cien días aislado, filmándose en primera
persona. Dos cosas me gustan mucho, bueno, me gustan muchas más, pero sobre
todo dos. Una, que en una búsqueda de la pureza en la naturaleza, inspirada en
el Walden de Thoreau, las nuevas y avanzadas tecnologías de las cámaras
digitales le hayan permitido documentar su día a día hasta reunir 300 horas de
filmación. Díaz tenía que hacer un doble ejercicio: cargar con el pesado equipo
y decidir donde y cuando colocar las cámaras para conseguir su objetivo. La
segunda cosa que me gusta es que, en una historia como esta, con un solo protagonista
siempre en pantalla, no haya el más mínimo narcisismo o exhibicionismo. Y
también me gusta que haya comedia, suspense, humor, melodrama, dudas, misterio,
belleza, música. Y las montañas y los valles y las cartas…
Apta
para todo el mundo. Recomendada para los que disfrutan en la naturaleza.
(colores
urbanos de Beirut)
Paisaje
urbano El insulto
Beirut
es una ciudad muy conflictiva. Años después de superar la guerra que la dejó
semi destruida, aun arrastra profundas heridas en sus habitantes. Es lo que
explica esta película libanesa donde una pequeña y banal discusión entre Toni,
un hombre cristiano y Yasser, un
musulmán, deviene en una crisis nacional. Metáfora sin duda de una
situación latente en una sociedad muy susceptible a cualquier roce. Todo
empieza por una cañería mal construida. Toni le niega la entrada a su casa a
Yasser que es el responsable de los arreglos en la calle. Yasser no le hace
caso y arregla la cañería desde la calle. Toni la rompe y Yasser se marcha
lanzándole un insulto. A partir de ahí, el clima de violencia y de
enfrentamiento va creciendo dejando en evidencia las no razones de uno y otro
que llevan a la mutua destrucción de sus familias. Paisaje urbano con figuras
airadas; paisaje humano con una realidad crispada que desgraciadamente se puede
reconocer en muchos otros lugares del mundo. El insulto es una película para
pensarla, desequilibrada en sus dos partes (el juicio es un poco largo) pero
muy oportuna en su discurso.
Apta
para todo el mundo. Recomendada para los interesados por el eterno conflicto en
Oriente Medio
(un
árbol de Ramon al borde del mar)
Paisaje
de mar. La vida lliure
Hace
un par de semanas se estrenó La vida
lliure de Marc Recha. No hablé en su momento y aprovecho ahora esta entrada
de paisajes para hacerlo. Porque no tengo la menor duda de que Recha es el
director español que mejor retrata el paisaje. Cualquier paisaje, pero si
además ya es hermoso en si mismo como lo es el de la isla de Menorca en un
otoño cálido y luminoso, el resultado es espectacular. Claro que solo el
paisaje no sería motivo suficiente para recomendar este film de aventuras de
piratas. Porque sin dejar de ser Recha en estado puro, La vida lliure habla de tesoros escondidos, de soldados que se
esconden y mueren, de niños que buscan aventuras en el mar, de hombres
misteriosos. Todo ambientado en un lejano 1918, cuando el mundo y sus tragedias
estaba muy lejos del paisaje marino donde Tina y Biel viven su personal
aventura de homenaje a una película mítica (al menos para mi) Los contrabandistas de Moonflet de Fritz
Lang.
No
sé si es apta para todo el mundo. Hace falta paciencia y tiempo para verla,
como si estuviéramos sentados en una playa viendo las olas, dejarse llevar por
su cadencia.
(una
imagen de la película, no me resisto a ponerla)
Paisaje
de río: Jeannette
Esta
película es un delirio. Apasionante o insoportable. La adoras o la odias.
Entras en su juego o te parece una marcianada. Bueno una marcianada lo es
aunque te guste. Dumont es el más heterodoxo de los directores mundiales. Se
atreve a todo sin ningún pudor. Su humor es muy peculiar (recuerden El pequeño Quinquin) sus imágenes son
siempre sorprendentes, su mirada sobre la realidad inesperada. Pero en esta
historia sobre una Juana de Arco niña, se supera a sí mismo. Mística y musical,
barroca y rockera, la niña Juana canta a Dios bailando a ritmo de hip hop mientras
cuida a sus ovejas, tiene visiones de
los santos que se muestran expertos en el death metal y escucha como un
pastorcillo recita los complejos textos de Charles Péguy en forma de rap. El
paisaje es el del rio Mosa en el noroeste de Francia, con sus márgenes arenosas
por donde salta y baila y camina de espaldas la niña Jeannette mientras sueña
con liberar el reino de Francia de la invasión inglesa y se siente iluminada
por Dios y por los santos Santa Catalina, Santa Margarita, San Miguel. Una
delicia fascinante en su belleza y en su ironía si se entra en su delirante juego
espiritual y musical.
No
apta para todo el mundo. Hay que arriesgarse para saber si uno es de los que la
adoran o de los que la detestan.
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