sábado, 3 de agosto de 2019

NATURALEZA



(recupero el dibujo de unas hormigas que hice hace unos años)

El despertar de las hormigas
Las hormigas son animales tenaces, que saben lo que quieren. Son pequeños y se necesitan unos a otros para sobrevivir. Pero incluso entre las hormigas hay algunas –en femenino– que se arriesgan a salirse de la fila. Son esas hormigas que a veces vemos solitarias explorando territorios antes de que la tribu, –el resto– se adentre en el nuevo mundo. Isa es como esas hormigas. Forma parte de la tribu, es una más, sigue las normas. Pero Isa es también una exploradora que busca nuevos caminos para ella y para sus hijas. ¿Quién es Isa, se preguntarán? Isa es una mujer joven, vive en un pueblo de Costa Rica, está casada con Alciste y de paso con toda su familia/hormiga. Tiene dos hijas que ella no quiere que sean aprendices de hormiga. Y sobre todo, no quiere tener más niños/hormiga solo porque no hay ningún  hombrecito en la familia. Isa quiere tener su propia vida sin que eso signifique que no quiera a su marido y a sus niñas. Y poco a poco, como una hormiga exploradora, va encontrando su camino: un trabajo casero, es modista, que piensa puede convertirse en algo más; una amiga poco convencional que la apoya; unas hijas que la comprenden y al final… bueno el final no se lo cuento.  El despertar de las hormigas o mejor dicho el despertar de Isa, es una película pequeña (me pregunto qué queremos decir con esto los críticos, quizás que no es pretenciosa o que consigue lo que quiere con muy poco). Es también una película de mujeres, (no sé si feminista, pero si femenina). Es la historia de una vida que despierta en un contexto de tranquilidad donde no hay grandes dramas. Costa Rica es un país donde se puede vivir siendo una hormiga con ganas de salir adelante. Bravo Isa y bravo la directora Antonella Sudasassi Furniss, otra hormiga exploradora a la que habrá que tener muy en cuenta.



(no sé si es un peral, pero es una imagen que evoca muy bien la película)

El peral salvaje
“Los perales silvestres no son bonitos y dan frutos muy amargos, pero necesitan poca agua. Son solitarios y crecen en terrenos áridos. Cuando aparece uno cerca de un pueblo, los habitantes suelen hacer injertos para convertirlo en un peral de huerto”. Así define el director turco Nuri Bilge Ceylan el árbol que da título a su última película. Un árbol libre que crece solitario en medio del campo, como su personaje, o mejor dicho sus personajes: un hijo y un padre (no un padre y un hijo, porque el padre existe gracias a que el hijo le hace presente). Todo sucede en un lejano pueblo de Turquía. Un lugar hermoso y lleno de colores dorados, de horizontes y tierra seca que sin embargo sentimos llena de vida. Es la historia de un joven que quiere ser escritor y antes de verse forzado a integrarse en la vida (hacer la mili, ganar unas oposiciones para ser maestro) pasa unos días en su pueblo natal intentando encontrar el dinero para publicar una novela que ha escrito y que se llama, El peral salvaje. Pero Sinan, como su padre Idris, maestro de primaria y jugador empedernido, es un peral salvaje: no encaja. Ni allí ni en la ciudad. Ni con su familia ni con sus amigos. Ni con los imanes ni con los escritores. El film se desarrolla en un conjunto de conversaciones entre Sinan y distintos interlocutores (una chica de la que estuvo enamorado, su amigo Riza, el alcalde del pueblo, un escritor famoso, dos jóvenes imanes, su madre) y con cada uno de ellos, Sinan se enfrenta y plantea sus diferencias y con cada una de estas largas conversaciones nosotros aprendemos algo de ese extraño país que es Turquía, un país que como los perales salvajes no encaja en ningún sitio: ni es asiático ni es europeo, ni es musulmán ni es laico, ni es oriental ni es occidental. Un árbol que se resiste a ser injertado de otros árboles, que no quiere dar frutos como todos. Como Sinan y su padre, que por su condición de perales salvajes, de ser distintos, están obligados a sentirse cercanos uno del otro. Por eso no es extraño que la última conversación de la película, la que mantienen padre e hijo, sea la más importante de todas. Y que el final del film cierre el círculo de esa soledad en la que el hijo hereda y comparte la obsesión del padre. Porque como dice el director “Todo lo que el padre esconde aparecerá un día en el hijo. Nos guste o no, nada podemos hacer para impedir que heredemos algunos rasgos de nuestros progenitores, algunas de sus debilidades, sus costumbres y una multitud de otros detalles”.
Ah y también hay hormigas ¡y son importantes!


EL RINCÓN DE LAS SERIES

Endeavour
Filmin suele tener muy buenas series británicas. Endeavour es una de las mejores. La descubrí hace un par de años, cuando ya tenía cuatro temporadas que devoramos seguidas enganchados a la vida de ese detective tan poco convencional. Ahora ya son seis temporadas con 27 capítulos. Un auténtico  atracón si se tiene tiempo de verlas seguidas. Porque Endeavour no decepciona en ningún momento. El nombre de la serie lo toma del protagonista Endeavour Morse, un joven policía decepcionado de su trabajo que antes de abandonar el cuerpo acepta colaborar en la investigación de un asesinato en Oxford bajo el mando del veterano comisario Fred Thursday. Este será el inicio de una relación conflictiva y complicada que les llevará a desvelar distintos crímenes a lo largo de las seis temporadas, mientras sus personajes crecen y sufren profundos cambios en sus vidas. Ambientada en su primera temporada en el año 1965, la época, la música y las costumbres de los años sesenta en una Inglaterra gris, casi, casi pre Beatles, es uno de los elementos mas interesantes de la serie que empezó a emitirse en el año 2013. Endeavour es un personaje muy difícil de querer, no produce ninguna empatía con sus silencios y su comportamiento asocial, pero a medida que avanzas con él en sus investigaciones y en su propia vida le vas tomando cariño a ese hombre al que Shaun Evans le ofrece una ambigüedad y fascinación a partes iguales. Pero Endeavour no sería lo mismo sin el veterano Thursday interpretado por Roger Allam. Una serie para dejarse envolver.

2 comentarios:

  1. El despertar de las hormigas es una película maravillosa. El personaje de Isa está muy bien construído: solo con sus gestos sabemos lo que le pasa, no hace falta que lo diga. Ese entorno familiar y laboral que busca más aire para poder desarrollarse, es un escenario perfecto para cualquier drama; pero la directora tiene la suficiente inteligencia como para no crear conflicto y darle alas a su personaje y así ir ganando terrenos de libertad poco a poco.

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  2. Endeavour...
    ... moltes gràcies per donar-la a conèixer. És una meravella de la que te'n vas enamorant més a mesura que van passant els capítols.
    No em perdré "El despertar de las hormigas"... cada diumenge ets un regal! Moltes gràcies! Feliz Agosto caluroso!

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