El confinamiento más o menos
riguroso que llevamos padeciendo hace ya tres meses, nos ha obligado a todos a
modificar nuestra vida. Los que vivimos con más personas hemos visto cómo
teníamos que compartir el espacio con el (los) conviviente(s), horrible palabra
por cierto, haciendo equilibrios sobre los equilibrios que significa convivir
con alguien. Uno de esos equilibrios es el de “que vemos hoy”. No sé cuántas
teles tienen las casas, pero en la nuestra solo hay una a la que conectamos el
ordenador para poder ver plataformas o cualquier otra cosa de Internet. Esto
quiere decir que hay que conseguir que lo que veamos nos guste a los dos. Yo
soy una adicta a las series, Ramon empieza a detestarlas. Eso hace que muchas
series las vea yo sola en el ordenador donde trabajo, mientras él ve otra cosa:
conciertos, pelis raras, conferencias. Pero siempre hay algo que si vemos
juntos. Estos días compartimos la serie de moda, Baron Noir, propuesta por mí, y las estupendas entrevistas del
programa A fondo, propuesta por
Ramón, que se pueden ver en Youtube, algunas remasterizadas por Editrama, la
productora de Gonzalo Herralde,
A
fondo
Entre 1976 y 1981, es decir en
plena Transición, TVE fue de verdad una televisión pública. Seguramente porque
en esos años en los que no había un auténtico poder constituido, se convocaban
las primeras elecciones democráticas y se redactaba la Constitución, la
sociedad explosionaba de alegría estrenando libertad en todos los ámbitos. Son
unos años en los que se sentaban las bases de un cambio mucho más profundo que
el político. Y en esos años que muchos pueden recordar, en la tele única con
sus dos canales se podían ver programas muy interesantes y absolutamente
imposibles en las teles múltiples que disfrutamos, es un decir, más bien habría
que decir, padecemos, en estos momentos. A
fondo fue uno de esos programas. Para los que no lo recuerden o por su edad
no lo pudieran ver, A fondo era un
programa de entrevistas. Un escenario austero y sin adornos: una mesa y dos
sillas. Un entrevistador, Joaquín Soler Serrano, respetuoso y que sabía cambiar
de tercio si la entrevista le llevaba por un camino distinto al del guión. Una
selección de entrevistados, mas de cuatrocientos en los cinco años que duró el programa,
que iban desde escritores, cineastas o músicos, hasta científicos o médicos. Casi
ningún político. La tele era para la sociedad civil. No había nada más, pero
era mucho. La realización del programa jugaba con las cámaras y enfocaba la
cara, los ojos, las manos del entrevistado. Buscaba el gesto callado que a
veces decía mas que las palabras. Creaba complicidades en un espectáculo (lo
era sn duda) televisivo de calidad. No siempre las entrevistas eran buenas,
dependía de muchos factores, pero casi siempre eran interesantes y te mantenían
enganchado primero media hora, luego, cuando el programa cuajó y ganó en
audiencia, una hora. ¡Ah y en blanco y negro! por lo menos en los cuatro
primeros años. ¿Se imaginan algo así ahora? Ciencia ficción. A fondo se acabó en 1981, el año en el
que el poder empezó a ser fuerte de nuevo y la televisión española volvió a
estar al servicio de quién manda. Aunque aún hubo buenos programas imposibles en
estos momentos como La Clave, Estación de
Perpiñán y los estupendos ciclos en V.O que programaba Fernando Moreno en
la 2. Hace unos años Gonzalo Herralde recuperó los programas de A fondo y los está remasterizando para
ofrecerlos en un canal de Youtube. Estos días hemos visto tres que me han
gustado mucho. El de Álvaro Cunqueiro, de 1978, el de Miguel Delibes de 1976 y
el de Néstor Luján, también de 1976. Los enlaces a estas entrevistas ya no
están disponibles. Eran enlaces a las viejas emisiones de RTVE. Espero que pronto
los vuelvan a poner remasterizados y en alta definición. De todos modos, hay
muchas más entrevistas que se pueden ver: Julio Cortazar, Juan Manuel Serrat, Ernesto
Sábato, Octavio Paz, Mercé Rodoreda…
Una
aclaración: Gonzalo Herralde me envía un enlace al canal de Editrama que es la
productora que tiene los derechos de los programas de A fondo. Lo
pongo aquí para que quien quiera verlos lo pueda hacer con la calidad de las
buenas ediciones.
El
enlace al Canal EDITRAMA es:
https://www.youtube.com/channel/UCcEt9I52dpO4tuXwoSB186A
https://www.youtube.com/channel/UCcEt9I52dpO4tuXwoSB186A
Álvaro
Cunqueiro, 1978: “El crimen de las ciudades contra los niños es que
se pueden pasar cuarenta cincuenta años, es decir crecer, hacerse hombres sin
distinguir mas que dos o tres árboles, sin haber escuchado nunca un pájaro y
sin haber visto nunca una estrella.”
Miguel
Delibes, 1976: “Lo que a mí me horrorizaría es contribuir con mis
libros a exacerbar unos odios y una posición violenta. A mi me gustaría, es una
dorada utopía, llevar al convencimiento de todos que los ideales de paz de
justicia, de igualdad, deberíamos conquistarlos sin utilizar para nada la
violencia.”
Néstor
Luján, 1976: “Soy un hombre muy preocupado por los problemas de
la ecología. A mi me horroriza pensar que, por ejemplo, en Alsacia hace
cincuenta años había 50.000 nidos de cigüeñas. El año pasado solo hubo 80.
Pienso que esto no es normal, pienso que estamos muy distraídos con otras cosas,
cuando en el mundo hay cosas muy graves que están sucediendo. Las leemos en
gacetillas en los periódicos, pero realmente tendrían que hacernos reflexionar.
Una de ellas, por ejemplo, es el hecho de que en Occidente hay un tercio menos
de bosques que había hace cien años y hay un 15 % menos de tierras cultivadas
que había hace 20 años. Esto me preocupa porque los ciclos de la vida son muy
importantes y pienso que todo esto va ligado, también, a la relación entre el índice
de nacimientos y la prolongación de la vida que cada vez está más separada, de
tal modo que, dentro de 50 años, toda Europa y los Estados Unidos, todo el
mundo occidental que por ahora lleva la responsabilidad de la conservación de
la especie humana y la conservación de la tierra, será un mundo de viejos, de
gente cada vez más vieja, cada vez habrá menos jóvenes. Yo he partido de la
ornitología para preocuparme por una serie de hechos. Soy optimista porque
tengo buena salud, me gusta mucho vivir la vida. Pero pienso que la vida está
seriamente amenazada y tengo una inmensa preocupación de adónde vamos a parar.”
Baron
Noir (HBO)
Es la serie de moda en España.
Hablan de ella en artículos de política, se dice que Pedro Sánchez se la
recomendó a Pablo Iglesias, que a su vez la ha recomendado a todo el mundo.
La verdad es que me sorprende un poco
este entusiasmo de los dos políticos con mas poder en España en estos momentos.
Me sorprende y me asusta. Porque lo que cuenta Baron Noir no es precisamente ejemplar y pone los pelos de punta,
sobre todo cuando resulta fácil ponerles nombre español a casi todos los
personajes de esta siniestra serie. Siniestra y apasionante. Hubo días en los
que veía el Telediario y a continuación un capítulo y pensaba que la ficción me
mostraba la zona oculta, lo que pasaba detrás de lo que el TD me acababa de
contar: pactos secretos, corrupciones, traiciones, engaños, manipulación de la
gente para fines espúreos, ambición de poder. Porque eso es lo que muestra Baron Noir, cómo los políticos, sean de
extrema derecha, derecha a secas, centro, izquierda complaciente o extrema
izquierda, dedican todos sus esfuerzos a conquistar y mantenerse en el poder.
¿Gobernar? Para qué. A nadie le importa, lo único que cuenta es el poder, para
qué se quiere, es igual. La serie tiene tres temporadas un tanto desiguales. La
primera, la mas deudora de House of Cards,
cuenta la traición de un presidente de la República a su mas cercano aliado, el
Baron Noir del título, que convierte en único objetivo de su vida acabar con
él. La segunda es la más política, quizás la más europea en su puesta en escena
alejada de la adrenalina de la primera y tiene un doble protagonismo, el del
Baron Noir y el de la Presidenta de la República, la primera mujer que llega al
puesto mas alto de la nación, desde el que demuestra tener un criterio
independiente y central respecto a izquierdas y derechas. El personaje de
Amélie es el más interesante de la serie. Llega al poder por casualidad (como
Macron, en quién sin duda se inspira). Es la única que trabaja para la gente,
es la única que intenta reunir a su alrededor personas de diversas tendencias sin
las servidumbres de partido. Tiene dos objetivos claros: uno de ellos,
premonitorio y que le cuesta muy caro, la unión entre Alemania y Francia para
consolidar el proyecto de una Europa fuerte frente al Brexit y los Estados
Unidos; otro, muy controvertido, convertir Francia en una República Parlamentaria
y no Presidencial, para evitar los personalismos y los abusos de poder. Pero ni
el Baron Noir ni los partidos pueden permitirlo. Los versos libres y liberales,
no cuadran con las estructuras de reparto de poder. La tercera temporada vuelve
a ser adrenalínica y aquí el protagonismo bascula ligeramente de la presidenta
de la República al antagonismo y alianzas interesadas de los populismos de
extrema izquierda, representados en la figura de un payaso que recuerda mucho
al olvidado Beppe Grillo de infausta memoria en Italia, con los populismos de
extrema derecha, bajo la mirada complaciente e incluso colaboradora del partido
de izquierdas mas convencional, el Podemos francés para entendernos. Esta
tercera temporada es la más importante políticamente y es la que me asusta que les
haya gustado tanto a nuestros políticos, porque la inmoralidad de los
comportamientos, la falta de dignidad, las traiciones y manipulaciones que
acabarán por llevar al Baron Noir a la presidencia (no es un spoiler, se intuye
desde el principio, lo que es abrumador es ver cómo lo consigue dejando
cadáveres reales y políticos por todas partes) es todo menos una lección a
seguir. Y si es ese el modelo que tienen en la cabeza nuestros preclaros próceres,
es como para salir corriendo. Algunos de los comportamientos de nuestros políticos en
estos últimos tiempos adquieren una luz nueva si los colocas bajo el foco de esta
estupenda serie de terror francesa que se puede ver en HBO.
Una nota posterior.
Leyendo hoy (viernes 5 de junio) los periódicos, me doy cuenta de una de las
grandes diferencias entre la política francesa reflejada en la serie y la
española. Además de los evidentes paralelismos entre los políticos de all´y los
de aquí, en España tenemos un elemento distorsionador. Porque al viejo debate
entre izquierda y derecha y al auge de los populismos de todos los colores, hay
que sumarle en nuestro país, el elemento deformante de los partidos
nacionalistas, periféricos y centrales, que de alguna manera contaminan el
debate clásico parlamentario. En Francia ese problema añadido no lo tienen.
¡Que suerte!
Información:
La Mostra de Films de Dones
sigue en Filmin hasta el domingo 14.
Entre el 5 y el 11 de junio se
puede ver en la misma plataforma el 22 Festival de Cine Alemán.
Siguen los estrenos en la Sala
Virtual de Cine de A contracorriente.
Y hay una nueva plataforma de
estrenos: Play Pack Sala Cero.
El regalo de esta semana es
una preciosa flor, la foto es de Ramon
Apreciada Nuria
ResponderEliminarBien por tu comentario, pero te anoto dos comentarios:
Los programas de A FONDO superaron los 400. De ellos he editado 34 en VHS desde 1989, 68 en DVD y ahora estoy subiendo en mi canal EDITRAMA los 113 que había seleccionado y restaurado estos últimos años.
El enlace al Canal EDITRAMA es:
https://www.youtube.com/channel/UCcEt9I52dpO4tuXwoSB186A
El enlace que incluyes en tu comentario lo que ha hecho es subir sin autorización mis ediciones en VHS y DVD, que de fueron las que recuperaron el interés por la serie A FONDO, y también algunas de "RTVE a la carta".
Todas ellas están sin restaurar.
Si quieres puedes facilitar el enlace al Canal EDITRAMA. Los demás canales que ofrecen videos de A FONDO, con excepción de RTVE a la carta, no hacen otra cosa que aprovecharse de nuestro trabajo y a través de Youtube se están retirando...