Ayer se estrenaron dos de las películas mas importantes del
cine español de este año (y puede que de varios años). Blancanieves, de Pablo
Berger y El artista y la modelo de Fernando Trueba.
De ambas se ha escrito y hablado hasta la saciedad en estos
días. Las dos se lo merecen y sobre todo se merecen que el público vaya a
verlas en las salas de cine. Muchas veces he defendido en este blog el hecho de
ver películas en la televisión o en el ordenador (pagando, desde luego) porque
no afectaba al resultado final. En este caso, esto no vale.
Blancanieves hay que verla en un cine, en una pantalla
grande que respete el formato cuadrado y potencie la banda sonora que Alfonso
Vilallonga ha compuesto para ella.
También El artista y la modelo debe verse en una pantalla
grande que haga brillar el blanco y negro de la piedra que esculpe con dolor y pasión Jean Rochefort. Trueba ha
puesto mucho sentimiento en este film que le sirve de recuerdo de su hermano
desaparecido a través de un hermoso homenaje nada oculto a la figura de
Arístides Maillol.
Blanco y negro en ambos casos. Cine puro, limpio que confía
en el poder de los rostros que llenan la pantalla. Dos
películas que merecen ser destacadas.
2
Una acotación personal. Acaba de salir el libro
Blancanieves, de Pablo Berger. He tenido la inmensa suerte de poder escribir
sus textos en estrecha colaboración con su director y el equipo de producción
de Arcadia encabezado por Sandra Tapia. Ha sido un trabajo apasionante y muy
intenso. La primera entrevista la hice el 27 de julio. Dos meses después, el
libro está en la calle. Es
un libro precioso que recoge la experiencia apasionante que ha sido el proceso
de gestación de este film único.
¡Podemos! Ha sido su lema desde que hace ocho años empezó su
andadura. ¡Podemos! Y lo han conseguido.
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