sábado, 8 de septiembre de 2012

NO TODA LA CULPA LA TIENE EL IVA




(mirar el cielo, una puesta de sol o la salida de la luna,  no tiene IVA y casi nunca decepciona)

Ya tenemos aquí las subidas del IVA. El insultante 21% para los productos culturales. Insultante por lo que tiene de desprecio a la cultura y a sus creadores; insultante por lo que significa de falta de consideración a una industria que mueve muchos millones y que da trabajo a mucha gente. Y no solo en cine.
A mi, en este caso, me preocupa el cine y la verdad es que este temido 21% repercute poco en el bolsillo del espectador de a pie que verá como tendrá que pagar un euro mas por la entrada. Lo peor no es eso, lo malo es lo que significa este IVA aplicado a toda la cadena de producción y eso si que se va dejar sentir en un futuro inmediato.
Pero voy a hacer un poco de Pepito Grillo o de abogado del diablo. Los exhibidores se quejan de que la subida hará que el público aun sea mas reticente a acudir al cine y pagar una entrada. Yo creo que el público seguirá dispuesto a pagar una entrada por algo que realmente le interese. Y ese interés pasa por muchos factores que van desde el gran espectáculo al experimento mas arriesgado, de la película intimista pero con alma dentro, al film de denuncia que permita la discusión. Lo que no pagará ya, y de hecho ya hace mucho tiempo que no lo paga, es por ver esas películas mediocres, intermedias, que se olvidan en cuanto has salido del cine.
No se que pasará este fin de semana, pero si miro la cartelera en Barcelona, me entra una depresión. Si yo, hoy, quisiera ir a ver una película estrenada este viernes, no sabría que hacer.
Es cierto que tengo la posibilidad de ver The Deep Blue Sea, de Terence Davis, un film que se presentó hace casi un año en San Sebastián, aunque su tristeza infinita y su melancolía, no se mi apetece demasiado en esta tarde de sábado de finales de verano.  En cambio creo que me decantaría por ver Shangai, al menos se que tengo garantizado un buen guión, actores que funcionan y una película de aventuras “casi” como las de antes.
Podría ver Dredd3d, pero sinceramente una película que ha hecho que alguien escriba una crítica que empieza: “Violenta, sucia, cruel, amarga y de manera sutil, enormemente sombría, deprimente…” y que además lleva la engañifa y el timo del 3D, tampoco es algo que me impulse a ir corriendo al cine. De la última entrega terrorífica, The Posesión, mas vale no hablar: sustos de cartón piedra en un film lleno de tópicos. Step up: revolution, es una franquicia musical que ya no me interesó en su primera aparición en escena, menos en esta tercera donde hasta sus fieles se quejan de repetición y conservadurismo. Como el de la comedia americana Eternamente comprometidos, que es buena para ver cualquier noche en casa, mientras se prepara la cena.
No podían faltar los documentales, o las películas semi documentales como  El rio que era un hombre. No se nada de este film alemán, así que leo una crítica “…el misterio de la narración se consume en una vocación abstracta y desmotivada…” pues vaya, me anuncian un aburrimiento sin fin en un film que, a lo mejor vería en la tele o en el ordenador. En cuanto a los otros dos docus de la semana: De nit elles ballen i Sólo es el principio, me pregunto si una sala de cine es su lugar ideal de exhibición. Especialmente el segundo que es un film interesante concebido para el debate entre los maestros mas que para pasar una hora y media sentado en una sala oscura.
Me he dejado para el final dos películas españolas. El Holmes&Watson de Garci no lo he visto, así que me remito a las estrellitas que le han colocado casi todas las críticas: UNA y simplemente reproduzco algunos de los adjetivos que le han aplicado: “obra anacrónica, morosa, acartonada, involuntariamente cómica y un tanto delirante”.
Todos tenemos un plan de Ana Piterbarg si la he visto y por eso puedo decir que es una lástima desperdiciar dinero, actores y paisajes realmente atractivos en una película que se pierde en un guión mal explicado y lleno de lugares comunes.
 En fin, ya lo ven. El panorama de esta semana es mas bien desolador. No todas las semanas es igual, por suerte. Pero ¿alguien se extraña que no vaya el público al cine?  No le echemos toda la culpa a la subida del IVA, que para retomar el discurso del principio del texto, considero insultante a todos los niveles.





2 comentarios:

  1. Y aún así...

    Desde hace años voy al cine dos veces por semana siempre que puedo: una entre semana y otra el fin de semana. Algunas veces sólo el fin de semana, depende del tiempo.

    Hoy he decidido dejar de ir los fines de semana (filmoteca aparte). Se me va de presupuesto, es una barbaridad, no puedo seguir gastando ese dinero. Así que, a todas luces, el IVA me ha echado de los cines los fines de semana. Y supongo que no sólo me ha pasado a mí.

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  2. Desde luego, la subida del IVA es un factor determinante a la hora de ir al cine.
    No lo dudo. Pero, también hay que reconocer que hay semanas en las que la oferta de películas hace que sea menos doloroso no poder ir a verlas.

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