sábado, 16 de abril de 2016

FABRICE LUCHINI Y EUROPA


1. Fabrice Luchini
"Quand t'es pas de gauche, tu peux être moyen. Quand t'es de gauche, c'est l'excellence : le génie moral, le génie de l'entraide... C'est trop de boulot ! (...) Moi, mon fonds de commerce, ça a plutôt été de voir ce qui est petit, moyen, minable chez les êtres humains." (1)

Una gran frase de Fabrice Luchini, un hombre libre, que no duda jamás en alinearse con lo que le parece justo a él, no lo que la presión social le obliga decir que está bien. Como me gusta este actor. Desde siempre. Lo descubrí en Perceval le Gallois, de Rohmer, con una mirada perdida y un físico ambiguo. Luego lo fui viendo en distintas películas, de Rohmer sobre todo, pero cuando de verdad me ha enamorado es en los últimos cinco años.  Piensen, si no, en películas como Potiche y En la casa, de François Ozon, Molière en bicicleta, de Philippe Le Guay. O las dos que se pueden ver en estos momentos en nuestras pantallas, Primavera en Normandía, de Anne Fontaine y El juez, de Christian Vincent. Fabrice Luchini se ha hecho mayor  con una dignidad envidiable y con mucha mala leche. Nadie mejor que él puede encarnar esos personajes que están en medio: en medio de la edad, en medio del paisaje, en medio de la sociedad. Como el profesor de En la casa, o el actor retirado de Molière o sin duda ese panadero fascinado por Flaubert que ve en su vecina una Emma Bovary en potencia. Pero sobre todo ese juez, Michel Racine, duro y austero, aburrido y encerrado, que se derrite como un azucarillo cuando se reencuentra con  Ditte Lorensen-Cottret, una mujer que ha sido la única capaz de romper su cascarón de soledad. Un humor sutil, la mirada de Luchini y de Sidse Babett Knudsen, al final de la película, el ambiente de la provincia, todo es perfecto en este film que merece no pasar desapercibido. He visto que la última película de Luchini, Ma Loute, de Bruno Dumont, está en la programación de este nuevo Cannes tan conservador y previsible. Ojala la veamos pronto aquí.

(1)   Cuando no eres de izquierdas, puedes ser normal. Cuando eres de izquierdas, tienes que ser excelente: el genio moral, el genio de la autoayuda… ¡Es demasiado trabajo! Yo, en realidad, prefiero preocuparme de lo que es pequeño, mediocre y miserable en los seres humanos.



2 Crossing Lines
Crossing Lines es una serie europea. Hace unos años, esto sería un problema (¿recuerdan el europudding y sus nefastas consecuencias en el cine?). Crossing Lines es europea, pero no es europudding. Es algo más.  Es inglesa, es francesa, es alemana. Tiene actores italianos, irlandeses, franceses y americanos. Pasa en toda Europa y los escenarios son uno de sus principales atractivos, al menos en la primera temporada. Pero lo que me parece más interesante de Crossing lines, es decir cruzando líneas, en este caso fronteras, es la reivindicación de una policía multinacional capaz de actuar en toda Europa bajo el paraguas del Tribunal Penal de La Haya. Una policía que a veces es aceptada por las policías locales y otras veces es atacada y combatida en aras de la tan sobrevalorada soberanía nacional. Los capítulos son más o menos interesantes, se resuelven de forma casi siempre inverosímil, pero el fondo de la serie es realmente importante. Hay un capítulo en la segunda temporada, se titula La zona de eliminación, donde un francotirador austríaco, ultranacionalista y anti europeo, pone en jaque a la policía de varios países. La conversación final de este capítulo es, para mi, la clave de toda la serie. Louis, el jefe del grupo de operaciones de Crossing Lines, habla con el francotirador que se declara furioso nacionalista y un individualista por encima de todo:
Louis: El mundo se vuelve más pequeño. Cada día un poco más.
Francotirador: Y engulle a la gente, engulle vidas, engulle la individualidad.
Louis: Yo no estoy perdiendo mi identidad. Está creciendo. Soy un ciudadano, no solo de Francia, soy un ciudadano de Europa y del mundo.

Es un momento muy especial y muy oportuno. Sobre todo ahora en que crecen los movimientos a izquierda y derecha (los extremos siempre se juntan por detrás del punto medio) en contra de la idea de Europa y se hace cada vez mas urgente la reivindicación de una Europa de la gente y de la cultura no solo del dinero.

(Crossing Lines se puede ver en Netflix y en varias cadenas de televisión españolas)


3
En esta semana donde cada día hemos tenido una noticia (¿sorpresa?) sobre casos de corrupción y robos organizados: el ladrón Mario Conde, el evasor Aznar,  el exministro Soria y los papeles de Panamá, el alcalde de Granada y la corrupción urbanística, los chantajes y extorsiones de Manos Limpias… me parece muy útil recordar una frase muy antigua que encontré hace muy poco:


Si tienes ingresos sin trabajar duro, alguien trabajó duro sin recibir ingresos. (Maimónides)



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