1. Fabrice Luchini
"Quand t'es pas de gauche, tu peux
être moyen. Quand t'es de gauche, c'est l'excellence : le génie moral, le
génie de l'entraide... C'est trop de boulot ! (...) Moi, mon fonds de
commerce, ça a plutôt été de voir ce qui est petit, moyen, minable chez
les êtres humains." (1)
Una gran frase
de Fabrice Luchini, un hombre libre, que no duda jamás en alinearse con lo que
le parece justo a él, no lo que la presión social le obliga decir que está
bien. Como me gusta este actor. Desde siempre. Lo descubrí en Perceval le Gallois, de Rohmer, con una mirada perdida y un físico ambiguo. Luego lo fui
viendo en distintas películas, de Rohmer sobre todo, pero cuando de verdad me
ha enamorado es en los últimos cinco años.
Piensen, si no, en películas como Potiche y En la casa, de
François Ozon, Molière en bicicleta, de
Philippe Le Guay. O las dos que se pueden ver en estos momentos en nuestras
pantallas, Primavera en Normandía, de
Anne Fontaine y El juez, de
Christian Vincent. Fabrice Luchini se ha hecho mayor con una dignidad envidiable y con mucha mala
leche. Nadie mejor que él puede encarnar esos personajes que están en medio: en
medio de la edad, en medio del paisaje, en medio de la sociedad. Como el
profesor de En la casa, o
el actor retirado de Molière o
sin duda ese panadero fascinado por Flaubert que ve en su vecina una Emma
Bovary en potencia. Pero sobre todo ese juez, Michel Racine, duro y austero,
aburrido y encerrado, que se derrite como un azucarillo cuando se reencuentra
con Ditte
Lorensen-Cottret, una mujer que ha sido la única capaz de romper su cascarón de
soledad. Un humor sutil, la mirada de Luchini y de Sidse Babett Knudsen, al
final de la película, el ambiente de la provincia, todo es perfecto en este
film que merece no pasar desapercibido. He visto que la última película de
Luchini, Ma Loute, de Bruno Dumont, está en la programación de este
nuevo Cannes tan conservador y previsible. Ojala la veamos pronto aquí.
(1)
Cuando no eres de izquierdas, puedes ser normal. Cuando
eres de izquierdas, tienes que ser excelente: el genio moral, el genio de la
autoayuda… ¡Es demasiado trabajo! Yo, en realidad, prefiero preocuparme de lo
que es pequeño, mediocre y miserable en los seres humanos.
2 Crossing Lines
Crossing Lines es
una serie europea. Hace unos años, esto sería un problema (¿recuerdan el europudding
y sus nefastas consecuencias en el cine?). Crossing Lines es europea, pero no es europudding. Es algo más. Es inglesa, es francesa, es alemana. Tiene
actores italianos, irlandeses, franceses y americanos. Pasa en toda Europa y
los escenarios son uno de sus principales atractivos, al menos en la primera
temporada. Pero lo que me parece más interesante de Crossing lines, es decir cruzando líneas, en este caso fronteras, es la reivindicación
de una policía multinacional capaz de actuar en toda Europa bajo el paraguas
del Tribunal Penal de La Haya. Una policía que a veces es aceptada por las
policías locales y otras veces es atacada y combatida en aras de la tan sobrevalorada
soberanía nacional. Los capítulos son más o menos interesantes, se resuelven de
forma casi siempre inverosímil, pero el fondo de la serie es realmente
importante. Hay un capítulo en la segunda temporada, se titula La zona de eliminación, donde un francotirador austríaco, ultranacionalista y anti europeo,
pone en jaque a la policía de varios países. La conversación final de este
capítulo es, para mi, la clave de toda la serie. Louis, el jefe del grupo de operaciones
de Crossing Lines, habla con el francotirador que se declara furioso nacionalista y un
individualista por encima de todo:
Louis: El mundo se
vuelve más pequeño. Cada día un poco más.
Francotirador: Y
engulle a la gente, engulle vidas, engulle la individualidad.
Louis: Yo no
estoy perdiendo mi identidad. Está creciendo. Soy un ciudadano, no solo de
Francia, soy un ciudadano de Europa y del mundo.
Es un momento
muy especial y muy oportuno. Sobre todo ahora en que crecen
los movimientos a izquierda y derecha (los extremos siempre se juntan por
detrás del punto medio) en contra de la idea de Europa y se hace cada vez mas
urgente la reivindicación de una Europa de la gente y de la cultura no solo del
dinero.
(Crossing Lines se puede ver en Netflix y en varias cadenas de televisión españolas)
3
En
esta semana donde cada día hemos tenido una noticia (¿sorpresa?) sobre casos de
corrupción y robos organizados: el ladrón Mario Conde, el evasor Aznar, el exministro Soria y los papeles de Panamá, el
alcalde de Granada y la corrupción urbanística, los chantajes y extorsiones de
Manos Limpias… me parece muy útil recordar una frase muy antigua que encontré
hace muy poco:
Si tienes
ingresos sin trabajar duro, alguien trabajó duro sin recibir ingresos.
(Maimónides)
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