(urna donde se depositan los votos para el Premio del Publico, uno de los mas codiciados en el festival)
Ayer por la manana tuve una sensacion de deja vu. El World Cinema Found monta cada ano, entre otras muchas cosas, unas discusiones en torno a un pais. Esta edicion le ha tocadot a Iran. En la mesa se encontraban una serie de directores iranis que hablaron de los problemas de hacer cine en su pais. Hasta ahi todo bien. Pero cuando llego el turno de preguntas, fue como volver a las epoca de Franco cuando el cine espanol en los festivales era atacado por unos y por otros. Por un lado un claro adicto al regimen acuso a los directores de contar mentiras respecto al pais, por otro lado, un grupo de iranis exilados en Alemania les acuso de ser unos vendidos a la dictadura y de hacerle propaganda aceptando hacer peliculas para ellos y luego yendo a festivales. Un fuego cruzado de intolerancias que dejaba a los pobres ponentes en un lugar muy incomodo. Y me pregunte como era posible que se reprodujeran los mismos argumentos tantos anos despues. Todos sabemos que el cine es un instrumento de propaganda utilizado por unos y otros para sus propios intereses, pero precisamente por eso, en paises como Iran, donde la libertad no existe, hay que seguir haciendo peliculas para que se sepa lo que pasa. No hacerlas por no aceptar el apoyo del regimen es un error. Me acorde de Carlos Saura cuando en los anos 60 se le acusaba de cosas parecidas. En fin.
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Ayer fue el dia de Cuchillo de palo, la tercera pelicula espanola en Panorama, un documental que nace en el Master de Creacion de la Pompeu. Con esta son ya cuatro los films espanoles que han pasado por la Berlinale. Todos muy distintos, todos interesantes por uno u otro motivo.
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